A las 23.10 horas de la noche del jueves anunciaba el delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues que el gobierno movilizaba a la Unidad Militar de Emergencias (UME) en la A3 para abrir paso y repartir mantas y comida. No tardaron en llegarle por las redes sociales reproches acerca de la tardanza. Las personas atrapadas se contaban por centenares.

El malestar se extendió también entre los miembros del gobierno autonómico. «No es momento de hacer valoraciones, las haremos cuando pase la situación de emergencia. Solo diré que esta Administración puso todos sus recursos a disposición del gobierno central desde el minuto cero y no se aceptaron hasta las once de la noche de ayer-por el jueves-», señaló Mónica Oltra ayer tras el pleno del Consell.

A esa misma hora, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya se había puesto en contacto con el Ministro de Fomento, Íñigo Gómez de la Serna, para hablar de la situación que se había generado en esa autovía. Al final del día ya le habían llamado tres ministros para informarle sobre la gestion de la emergencia, según informaron fuentes de presidencia a Levante-EMV. En concreto, la vicepresidenta del Gobierno, el de Industria y el de Infraestructuras.

Durante una visita al Centro de Gestión y Seguridad Vial (Cegesev), el presidente se mostró «preocupado». El jefe del Consell explicó que una vez que finalice el temporal habrá que estudiar lo que ha pasado, tanto con el bloqueo de cientos de vehículos en esta carretera como en los problemas del AVE. A final del día, la preocupación se había disipado en gran medida. Las críticas de varios partidos políticos, entre ellos PSOE y Compromís en el Congreso, surgieron efecto, y los miembros del Ejecutivo central trataron de arreglarlo en la medida de lo posible. No en vano, hasta el propio ministro De la Serna pidió disculpas.

«No quiero incidir en esta cuestión hasta que no acabe este episodio, pero luego hay que analizarlo y estudiar bien qué ha pasado, porque para muchas personas ha sido una noche muy complicada. También en la conexión ferroviaria, pues la línea por Albacete ha tenido muchos problemas y muchas personas han estado atrapadas», dijo. Se calcula que hay ente 4.000 y 5.000 afectados. Por contra, Puig destacó ayer la coordinación con la Diputación de Valencia, que ha sido «muy positiva».

Corte del tráfico de camiones

En este sentido, en la Generalitat Valenciana existía ayer el convencimiento de que esa situación se podría haber evitado con una mejor previsión: cortando el tráfico de camiones desde primera hora de la tarde e impidiendo la salida de trenes hacia Albacete. El propio director general de Emergencias, José María Ángel, cree que la actuación del Gobierno podía haber sido mejor en ese sentido.

Por lo demás, Ximo Puig reiteró la misma idea lanzada por Oltra: explicó que desde el primer momento puso a disposición de la Delegación del Gobierno los medios materiales y humanos de la administración autonómica y que les han dado lo que han pedido, esencialmente el suministro de alimentos y mantas a las personas atrapadas en las carreteras.

La gestión del temporal levantó también las críticas de sindicatos como el CSI·F y la Asociación Unificada de Guardias Civiles en la Comunidad Valenciana (AUGC) que achacan al Gobierno «falta de previsión» ante el temporal, mientras que los transportistas señalan a las administraciones públicas en general. El Ayuntamiento de Valencia ha acusado también al Gobierno de «dejadez». Podemos pidió la comparecencia de Moragues en las Corts.

El delegado del Gobierno, que probablemente vivió ayer una de sus jornadas más aciagas en el cargo, subrayó ayer que «hacer política con las emergencias es de muy mal gusto». Además, aseguró que los efectivos coordinados por el dispositivo estatal trabajaron «muy duro» y «sin descanso» durante toda la noche.