La empresa gestora del departamento de salud de la Ribera y del hospital de Alzira, la UTE Ribera Salud II, defendió ayer que el modelo de concesión sanitaria bajo el que trabajan es «más eficiente» para la administración y el ciudadano que la red pública. Como ejemplo pusieron los 64 días que, de media, sus pacientes esperan menos que los del resto de hospitales públicos para ser operados. Desde la UTE recordaron que la media de demora en las listas quirúrgicas en la Comunitat Valenciana -actualizada a diciembre de 2016- está en 115 días mientras que en el centro de Alzira están en «51 días» y en especialidades como cirugía cardiaca, «con demoras inferiores a 30 días», según los datos aportados.

Según la empresa, estas cifras son posibles gracias a que la gestión privada «permite introducir herramientas que facilitan la planificación de la actividad», aseguraron, además de mantener los quirófanos abiertos en una «amplitud de horarios, de lunes a viernes, en horario de mañana y tarde y los sábados por la mañana».

Estos datos demuestran, a juicio de la empresa, que el modelo de concesión sanitaria, que en Alzira no va a ser renovado cuando se acabe el contrato en marzo de 2018, «además de ser más eficiente para la administración pública -un 21% de ahorro según una reciente auditoría del Síndic de Comptes- también es más ventajoso para el ciudadano, al tener menos lista de espera», aseguraron en un comunicado.

Acciones legales en Marina Salud

Por otra parte, el diputado de Compromís en las Corts, Josep Nadal, pidió que la Conselleria de Sanidad diera un paso más tras conocer las conclusiones del informe de la Alta Inspección sobre las irregularidades en la facturación de las urgencias de las concesiones y emprendiera «acciones legales contra los directivos de Marina Salud», gestores del departamento de la Marina Alta, y contra los responsables de Sanidad en la etapa del PP «por dejadez de funciones».