El sector de las gasolineras automáticas no ha frenado sus planes de expansión en la Comunitat Valenciana pese a la incertidumbre que genera la normativa. Mientras los pequeños empresarios que impulsan sus propias gasolineras están frenando las inversiones a la espera de que se aclare el panorama normativo sobre la obligación o no de tener personal, las grandes cadenas de este nuevo modelo de negocio, con más músculo financiero, van a abrir más puntos de venta.
Ballenoil, uno de los grupos líderes en España, anuncia para este 2017 la puesta en marcha de entre cinco y seis nuevos proyectos en la C. Valenciana, donde en estos momentos tienen 19 estaciones de servicio automatizadas, explica Juan Sanz, director de operaciones. «No nos van a amedrentar», señala sobre la normativa que está preparando la Generalitat.
La firma está en estos momentos ultimando las obras de un proyecto en Almoines (la Safor). La C. Valenciana es el territorio en el que Ballenoil tiene más presencia junto con Madrid, en cabeza con casi 30 estaciones, y Cataluña. Ballenoil es uno de los socios fundadores de la patronal de estaciones automáticas (Aesae), como la valenciana Gasexpress. El negocio emergente está motivando la aparición de un ramillete de empresas que se está haciendo con una cuota de mercado considerable en poco tiempo. Ofrecen precios bajos merced a sus menores gastos en personal.
Con todo, defienden que generan empleo. «Tenemos al menos una o dos personas por estación. Lo hacemos por dar servicio, pero no queremos estar obligados. Es como si hubiera personas para atender los cajeros automáticos», señala.
«Generamos empleo directo e indirecto. Hay empresas creadas al amparo del nuevo modelo: de automatización ante incidencias, pedidos, alarmas, cámaras, aplicaciones informáticas o para móvil... el empleo se transforma», concluye el socio de Ballenoil.
