«Todos somos uno», «libertad para migrar», «libertad para todos los pueblos», «paz». Estos fueron algunos de los mensajes que quedaron ayer semienterrados en la arena de la playa del Cabanyal tras una performance en la que se intentó concienciar de que «todos somos uno» y estamos unidos por un mundo común, aunque tanto nos empeñemos en crear barreras y fronteras. Este acto servía como colofón de la marcha ciudadana que arrancaba sobre las 11 de la mañana frente a Delegación de Gobierno y que terminaba frente a las aguas del Mediterráneo. Ese mar que, como denunciaban los convocantes «se ha convertido ya en la mayor fosa común del mundo». De este modo, los actos para reivindicar el Día del Refugiado, que se celebra el 20 de junio, empezaron ayer y continuarán a lo largo del día de hoy.

En la marcha se exhibieron pancartas con mensajes de denuncia y reivindicación de la situación de los refugiados, sobre todo los procedentes de la larga guerra de Siria. Además, se leyó un manifiesto en el que se recordó que tan solo en lo que va de 2017, 1.089 personas en su intento de llegar a Europa. Y también que, de las 17.387 personas refugiadas que el Estado español se comprometió a acoger en 2015, solo han llegado un 7%.

Los actos de este fin de semana son un «llamamiento a la sociedad valenciana par que se solidarice con esta problemática, y se enmarcan bajo el lema «València despierta, queremos acoger ya». Pero también son una exigencia al Gobierno español para que cumpla las cuotas y para que se abran «vías legales y seguras para que la gente deje de morir en nuestro mar».

Entre los manifestantes de ayer había gente que regresaba de ser voluntaria en Serbia, como Rocío de la Llave, y contaban el trato inhumano que brinda allí la Policía a los refugiados: «Me han impactado las barreras policiales, la violencia, como se incumplen las leyes de derechos humanos y como se les deshumaniza». Los actos seguirán hoy en Cabanyal l'Horta y en el Paseo de Neptuno.