La Diputación de València ha inyectado en los dos años de gobierno de izquierdas un total de 201 millones de euros en los 266 municipios de la provincia de València, 76 de los cuales en este año 2017, que refuerzan «la autonomía de los alcaldes» y triplican los servicios sociales en un 98 %.

El presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, explicó ayer en el balance de los dos años que uno de los ejes de trabajo ha sido la cooperación con el resto de instituciones y comarcas, ya que «no estamos para competir, sino para trabajar codo con codo», porque el «dinero es de la ciudadanía que paga sus impuestos, no de ninguna administración».

En una rueda de prensa, el también alcalde de Ontinyent explicó ayer que primero consiguieron que esta institución dejara de dar vergüenza y después recuperaron «el pulso que jamás debió perder, confiando en la responsabilidad de los alcaldes», indicó el presidente, del PSPV, que comparte gobierno provincial con Compromís, EU y València en Comú.

Rodríguez explica que la diputación ha colaborado a partes iguales con la Generalitat en el Fondo de Cooperación municipal con el que se han suministrado 41 millones entre los consistorios en materia de gasto social. Explica que gracias a la colaboración, han construido cuatro nuevos centros sociales y se ha mejorado la instalación de 44 colegios en un momento complicado en el que la Diputación ha sufrido un recorte de 15 millones por parte del Estado. Rodríguez añade que su gobierno ha mantenido la igualdad como uno de los ejes principales, gracias al proyecto de municipios protegidos contra la violencia de género. La vicepresidenta Maria Josep Amigó , afirma que se ha hecho una pequeña revolución «porque cuando llegamos no tuvimos otro remedio que cambiar las cosas ya que era una institución obsoleta». «Hemos cambiado la imagen y el funcionamiento de Imelsa por Divalterra, ya que «tenemos que creer en las empresas públicas, en que se utilicen de forma lógica y no para lo que se usaban», afirma.

En relación al trabajo con los ayuntamientos, Amigó explica que se han acabado los planes teledirigidos, y el objetivo es acabar con los convenios singulares para «que todos los valencianos tengan las mismas oportunidades vivan donde vivan». Igual que Rodríguez, ambos aseguran que uno de los pilares de la gestión es reforzar la autonomía de los alcaldes de la provincia a la hora de gestionar los recursos que reciben sus localidades, así como los criterios para que las ayudas de la corporación provincial lleguen en igualdad de condiciones a todos los municipios. También compareció la vicepresidenta cuarta y representante de EU, Rosa Pérez, quien remarca que la diputación ha sido la primera administración valenciana que está exhumando fosas. «Ahora se nos conoce por este motivo cuando antes la diputación siempre aparecía por los problemas de corrupción, una vergüenza», dice.