El pirateo de videoconsolas puede salir bien caro y más aún si lo conviertes en un negocio a gran escala. Esto es lo que le ha ocurrido a un valenciano, quien ha sido arrestado en una operación en la que han sido detenidas otras dos personas en Alicante y Sevilla. Según fuentes policiales, los sospechosos, acusados de un delito contra la propiedad industrial, tenían tres laboratorios destinados a fabricar dispositivos electrónicos para piratear consolas de una conocida marca.

En total se han realizado cinco registros en Alicante, València y Sevilla y se han intervenido más de 1.150 dispositivos de neutralización, numerosos videojuegos piratas y más de 1.000 tarjetas microSD y adaptadores. Los implicados fabricaban neutralizadores electrónicos que permitían suprimir las medidas de seguridad de las consolas de una marca determinada para poder usar en ellas juegos ilegales. Posteriormente, comercializaban estos productos en varias webs de productos de segunda mano.

La operación policial se inició cuando un representante legal de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento interpuso una denuncia tras ver el anuncio en un portal de compraventa.