Los diferentes matices en Compromís sobre el referéndum por la independencia de Cataluña convocado por el Govern de Carles Puidemont y declarado ilegal por el Tribunal Constitucional continúan visibles a pesar de la polémica interna desatada. El conseller de Educación y uno de los principales referentes de la coalición, Vicent Marzà, evitó ayer sumarse a la posición de la vicepresidenta del Consell y líder de la fomación, Mónica Oltra.

El conseller fue preguntado por los periodistas hasta en dos ocasiones sobre si comparte la postura de Oltra, quien el pasado viernes apostó por una solución «pactada» y por «dar pasos hacia atrás» en el proceso, como renunciar al referéndum.

Marzà respondió con una invitación al diálogo y una crítica al Gobierno central. Ante las dificultades son necesarias «soluciones políticas» y «hace falta palabra», dijo. «La solución no es la represión en plena democracia. Alguien debería de moverse y evidentemente quien es competente y debe moverse es el Gobierno del Estado», señaló quien es uno de los pesos pesados del Bloc, la pata de Compromís más crítica con las declaraciones sobre Cataluña de la vicepresidenta y líder de Iniciativa.

Insistido sobre si Puigdemont debería retirar el referéndum, Marzà reiteró que «se tiene que dialogar», porque «no puede ser que la única salida que se esté planteando por parte del Gobierno del Estado es reprimir, en lugar de dialogar».

La vicepresidenta esquivó ayer más problemas y dijo que «hace falta diálogo, poner en el centro la palabra, salir de esa confrontación tan polarizada y sentarse a hablar, a negociar, a escuchar al otro y a pactar», señaló tras un acto en Ibi, recogió Europa Press.

Puig pide una solución general

También en Alicante, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, expresó su confianza en que la próxima semana, tras el 1-O, se abra un proceso «de resolución del problema territorial en España», que incluya no solamente la situación de Cataluña ya que, «no vamos a aceptar, bajo ningún concepto, que se margine de este debate la financiación y el problema valenciano».

Puig remarcó que en España existe «un problema territorial más allá del problema catalán». En la Comunitat Valenciana no hay un problema «de encaje desde el punto de vista identitario en el conjunto de España», pero sí uno «grave» en financiación e inversiones.