Los farmacéuticos valencianos acaban de firmar la declaración de guerra abierta contra la Conselleria de Sanidad. Si la responsable de la cartera Carmen Montón no tenía ya suficientes frentes, ayer el presidente del colegio oficial de Valencia, Jaime Giner, adelantó que antes de noviembre iba a proponer a la asamblea dejar en suspenso «toda colaboración» que ahora prestan a la administración, entre ellas las facilidades para hacer llegar a los usuarios de las farmacias las ayudas públicas impulsadas por Montón contra el copago farmacéutico.

«Desde luego que esa colaboración está en peligro. Esto es grave», aseguró Giner en una comparencia con palabras gruesas para describir cómo se sienten tratados desde la administración: «engaño», «traición», «presiones», «amenazas» o «coacciones» fueron solo algunas de las utilizadas.

En este caso, y frente a lo sucedido en años anteriores, no han sido los impagos los responsables del desencuentro sino que los profesionales valencianos se sienten «engañados» y «traicionados» por cómo ha desarrollado la Conselleria de Sanidad el nuevo modelo de atención farmacéutica a personas en residencias sin tenerles en cuenta desde el principio.

El proyecto de Sanidad, Resi-EQIFar, en el que ahora están trabajando, pretende ampliar a todas las personas institucionalizadas (unas 27.300 en la Comunitat Valenciana) y no solo a los residentes en centros públicos un control directo de la medicación desde la farmacia hospitalaria apostando por un control individualizado de los fármacos y por una compra centralizada. El modelo público -que supondrá un ahorro de unos 15 millones de euros según la conselleria- resta, sin embargo, protagonismo y negocio a las farmacias comunitarias.

«Irrealizable»

En respuesta directa a la Conselleria de Sanidad y «pese a las presiones de los últimos días llegando a la amenaza» para que no lo hicieran, desde el colegio oficial de València presentaron ayer su propio modelo para integrar a las farmacias comunitarias en la asistencia sociosanitaria ya que, según entienden, el proyecto de Sanidad es «irrealizable, no ahorra, favorece la inequidad y pone en peligro la salud de los ciudadanos».

Esta propuesta la van a presentar en distintos ámbitos (partidos políticos, sindicatos, asociaciones..) acompañada como hicieron ayer de un informe económico en el que «desmontan» el ahorro de 15 millones de euros que la Conselleria de Sanidad prevé tener aplicando su sistema.

Las conclusiones del informe las presentarán también a las consellerias de Transparencia, Economía, Sanidad e Igualdad, además de a Presidencia. «Está ocurriendo algo que la sociedad no conoce porque no hay precedentes de esta situación de ocultismo», dijo.