El día era soleado y, en principio, había mucho que celebrar: la Jefatura de Policía de València recibía por primera vez en su historia ocho medallas rojas, las blancas habían aumentado en casi el doble en un año y la criminalidad ha seguido disminuyendo.

Pero, el Día de la Policía, que festeja su patrón el día de los ángeles custodios, tuvo ayer un sabor amargo que tardará tiempo en desaparecer. El asesinato del subinspector Blas Gámez Ortiz el pasado 12 de septiembre, apenas tres semanas antes del patrón, ya hacía pronosticar un patrón triste.

Pero hubo más sombras. En los actos acabó por colarse, además, el conflicto catalán: a la ausencia de cientos de policías de la plantilla de Valencia que continúan agregados en Cataluña -muchos de ellos condecorados aunque no pudieron recibir la imposición de la medalla- se le sumó la lluvia de críticas por las cargas policiales del 1-O y el malestar tras los enfrentamientos con los Mossos d´Esquadra o el rechazo de una buena parte de la población catalana.

Ni el discurso habitual del jefe superior de Policía ni el del delegado del Gobierno, fueron ajenos a esa realidad y acabaron por centrar sus alocuciones en la defensa de la actuación de la Policía Nacional como «garante del mandato judicial y de los derechos y libertades de toda la sociedad», en referencia a los sucesos del domingo.

Aún así, esos incidentes no lograron eclipsar el homenaje a Blas Gámez que supuso todo el acto de celebración de ayer. De hecho, los tres momentos más emotivos se vivieron cuando su viuda y sus hijos subieron al palco de autoridades para recibir, de manos del delegado del Gobierno, la medalla de oro concedida al subinspector al día siguiente de su asesinato, cuando ella personalmente presidió el acto a los caídos y cuando el compañero de Blas recibió la medalla al mérito policial con distintivo rojo por abatir al hombre que había matado a su compañero, horas después de haber asesinado y descuartizado a un hombre en su casa, en la calle Sueca.

Además, recibieron la medalla roja un policía, un oficial, un subinspector -por la desarticulación de un grupo criminal checheno-, dos inspectores y dos comisarios. La Policía también condecoró, entre otros, a la fiscal antidroga, a tres jueces de València, Carlet y Sagunt, al director general de Emergencias, José María Ángel, y a seis ciudadanos por su colaboración con la Policía Nacional, a lo que se suma la entrega del guión al Tedax NRBQ de València, para conmemorar el 40 aniversario de su fundación, en 1977.