El cardenal y arzobispo de València, Antonio Cañizares, pide a los fieles que "recen fervientemente a Dios por el don de la lluvia" para, así, acabar con la sequía. Además, dispone que todos "los sacerdotes de la Diócesis de Valencia incorporen una petición, desde el 19 de noviembre al 17 de diciembre, impetrando la lluvia en las preces de la misa, especialmente en la eucaristía de los domingos, así como en la oración de laudes y de vísperas".

En esas fechas también se celebrará "una eucaristía durante la semana con esa misma intención, siguiendo lo dispuesto en el Rito del Misal Romano".

Asimismo, el arzobispo exhorta "a las comunidades de religiosos y a cuantos laicos recen la Liturgia de las Horas, para que incluyan una petición" por la lluvia.

Cañizares advierte de que no hay que confundir la petición de que por fin se produzcan precipitaciones con la magia, lo que significa que, aunque se rece fervientemente, no tiene por qué llover. "Es una costumbre secular en la Iglesia llevar a cabo rogativas (...). Nuestras oraciones, e incluso los ritos que las acompañan y sostienen, no obligan a Dios a concedernos lo que pedimos en ellas. Una cosa es la magia y otra, muy distinta, la plegaria que nace de la fe", dice.

"La magia -añade- pretende apoderarse de Dios y poner su poder al servicio de las necesidades y caprichos de quien la practica", mientras que "la oración cristiana se contenta con exponer a Dios el deseo o la necesidad, confiando en que Él cumplirá o remediará cómo y cuándo su amor lo disponga".

La petición surge debido a la "grave y prolongada sequía" que "estamos sufriendo desde hace ya varios meses" en la Comunitat Valenciana y "en muchas zonas de España". La falta de lluvia, afirma el cardenal, "nos afecta a todos: no sólo a nuestros campos y montes, sino también a las fuentes y embalses y, en consecuencia, al consumo humano e industrial y, por ende, a su salud".

Estas circunstancias, agrega, "nos deben urgir a ser responsables en el uso del agua, a no malgastarla y a compartirla".

Ya hace un mes, el obispo de Castelló, Casimiro López, invitó a todos los religiosos y fieles a rezar por la lluvia.