El programa de refuerzo del inglés oral en las aulas, lanzado el pasado mes de mayo por el conseller de Educación, Vicent Marzà, en el marco de su proyecto de plurilingüismo con la promesa de contratar un auxiliar de conversación nativo en cada uno de los colegios de Infantil y Primaria de la Comunitat Valenciana, ha fracaso en sus primeros pasos porque el 75% de los jóvenes extranjeros que debían dar estas clases han renunciado.

Apenas han suscrito finalmente el contrato 170 de los 800 auxiliares que el Ministerio de Educación había designado ya para las aulas de los colegios valencianos. El programa lo promueve el ministerio mediante convenios internacionales de cooperación educativa con países anglófonos, pero la escasez de nativos que prevé a cada autonomía llevó al Consell a un plan más ambicioso que se ha truncado.

El curso pasado el Ministerio asignó 1.500 auxiliares de conversación para todas las autonomías, solo 47 de inglés para la Comunidad. Este curso había previsto 45 y el Consell del Botánic decidió ampliarlo con un presupuesto de 8,6 millones para llegar a 1.000 auxiliares nativos, uno para cada colegio público.

El 8 de enero de este año debían incorporarse a las aulas, una vez resueltos todos los trámites iniciales de la convocatoria que corresponden al Ministerio de Educación, que es quien gestiona y selecciona a los aspirantes, pero no ha podido ser.

Otros países

El incremento exponencial de solicitudes de auxiliares nativos en lengua inglesa por parte del Consell para este curso -acumulaba el 40 % de todos los auxiliares de conversación extranjeros contactados por el Gobierno para el conjunto de las autonomías-, ha obligado al ministerio a abrir el abanico de países y universidades de las que habitualmente se nutre para el programa en Reino Unido, EE UU, Canadá, Irlanda, Australia y Nueva Zelanda.

En en esta ocasión la gran mayoría de los asignados proceden de Filipinas, al menos un centenar de los 170 que finalmente han aceptado incorporarse al programa en colegios de la Comunitat.

Los auxiliares de conversación en inglés deben estar ya graduados o estudiando el último año de carrera universitaria y, de entrada, según ha podido saber este diario, los 1.000 auxiliares nativos inicialmente previstos por el Consell quedaron en 800 porque no se disponía de más aspirantes.

A esta primera decepción sufrida por no poder llegar a la totalidad de los colegios, como pretendían desde la Conselleria de Educación, se ha sumado la renuncia prácticamente en masa al programa por parte de los jóvenes que ya había designado el Ministerio.

Razones de las renuncias

A la hora de la verdad se han echado atrás, bien por el destino asignado, bien por la falta de recursos para hacer el viaje, o bien porque la beca de seis meses a 1.000 euros el mes no les compensa. El caso es que apenas 170 entre el millar de colegios públicos que hay en la Comunidad, disponen desde este mes en sus aulas del nativo en inglés prometido.

La conselleria no tira la toalla. Sigue adelante con sus planes y han insistido ante el Ministerio de Educación, -que aseguran que sigue colaborando firmemente en ello-, para tratar de aumentar en la medida de lo posible el número de auxiliares de conversación que puedan incorporarse este mismo curso a las aulas.

Su función: potenciar la comunicación oral en inglés entre los escolares de 3 a 11 años durante 16 horas a la semana -cuatro horas más de lo que dedican el resto de auxiliares gestionados por el ministerio, de ahí que la beca asignada es de 300 euros más que para el resto de auxiliares nativos en otras comunidades.

Estos auxiliares de conversación no pueden estar solos en el aula porque no son docentes. Tienen que compartir la clase con alguno de los maestros especialistas en inglés de cada colegio.

Tanto el sindicato FSIE mayoriatario de la concertada, como la Confederación de padres de alumnos, Concapa, reclaman estos auxiliares en sus aulas también, pero el ministerio sólo destina este apoyo a centros públicos.