El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, regresó ayer a Castelló un año después de visitar la ciudad como candidato a las primarias. Repitió en el espacio cultural de la Bohemia, que regenta el exjefe de prensa del presidente de la Diputación Provincial, Carlos Fabra, y participó en una asamblea abierta, con una asistencia de 350 personas. Centró sus intervenciones en precariedad laboral y pensiones. Mostró su preocupación por la despoblación en localidades de la Comunitat Valenciana y abogó por incluirla como uno de los criterios del nuevo modelo de financiación autonómico. Esta cuestión afecta especialmente a la provincia de Castelló, donde el 65 % de sus municipios tienen menos de 500 habitantes.

Sánchez advirtió de que un informe de la Federación de Provincias y Municipios de España (FEMP) alerta que de «seguir igual las cosas» la mitad de las poblaciones del país desaparecerán en una década. Por ello, reiteró su respaldo al presidente del Consell, Ximo Puig, para cambiar el modelo de financiación autonómico,y reivindicó que uno de los parámetros que recoja el mismo sea la despoblación.

Sánchez reivindicó los valores de la socialdemocracia y apostó por reescribir el «contrato social» para avanzar en igualdad, libertad, seguridad y cultura. Instó a la ciudadanía a no «caer en la resignación» frente a las políticas de un PP que «han empobrecido y precarizado a la clase media y trabajadora».

Se mostró especialmente muy crítico con el planteamiento de Mariano Rajoy de que los españoles ahorren para asegurar el cobro de las pensiones y la educación de sus hijos. «La mitad de esos fondos de pensiones privados son producto de ahorros del 20 % que tiene más recursos de este país. Mariano Rajoy olvida al 80% que no tiene recursos económicos ni para poder tan siquiera ahorrar a fin de mes», afirmó Sánchez, que manifestó no entender que la mayoría de personas mayores sigan votando al PP. En este sentido, reiteró su intención de implantar un impuesto extraordinario a los bancos que complemente a las cotizaciones de la Seguridad Social para pagar las pensiones. «Pedimos a la banca, que fue rescatada con 67.000 millones y obtuvo 13.00 millones de beneficios el último año, que arrime el hombro para rescatar las pensiones», resaltó.

Además, propuso un «pacto de las rentas» que propicie un reparto equitativo del crecimiento del PIB, la modificación de estatuto del trabajador, y un aumento hasta los 1.100 euros en 2020 del salario mínimo interprofesional.

Sánchez insistió en que si llega al Gobierno derogará la reforma laboral, que «ha empobrecido a los trabajadores».

Así, recordó que en 2017 el 94 % de los contratos fueron temporales y que se hicieron 800 millones de horas extra que no se pagaron.