La coordinadora valenciana de ONG aún recuerda «el daño» que le hizo a la solidaridad valenciana que el que después se dominara «caso Blasco» empezara denominándose «caso cooperación». Lo mismo temen ahora con el escándalo por orgías, explotación y abuso sexual de personal de Oxfam Internacional en Haití y Chad en 2011 (concretamente, Oxfam Reino Unido).

Y es que consideran «injusto» que una entidad como Oxfam Internacional -con decenas de miles de empleados y con filiales en todo el mundo, España incluida como Oxfam Intermón- sea «juzgada por el comportamiento de unos indeseables que deben rendir cuentas por lo que han hecho».

Sin embargo, desde la coordinadora valenciana de ONG hacen autocrítica. «Es importante no caer en la generalización, tanto del sector como de la propia organización Oxfam. Pero eso no significa que no debamos ser realistas y consecuentes y no podemos caer en la práctica más habitual que es la de señalar el caso como algo puntual porque hay que ser autocríticos. Las ONG tenemos muchas medidas de control, dentro y fuera. Tenemos códigos de conducta, herramientas de transparencia... de hecho somos las que más auditorías y controles externos tenemos, pero todavía se nos escapan cosas y hay que invertir tiempo y recursos para mejorar los sistemas de control. Hay que profundizar en el tema, saber dónde ha estado el problema... porque no es algo de las ONG o de los expatriados... es un problema centrado en personas concretas que han actuado de forma aberrante... y sí, lo que se ha hecho mal es ocultar los hechos porque no se han visibilizado ni identificado los problemas», explican desde la entidad.

Eso sí, la coordinadora valenciana de ONG condena lo ocurrido así como «cualquier tipo de acción que lleve implícita violencia o abuso de poder. Absoluta condena y rechazo, eso es lo primero». Lo segundo es «visibilizar el problema y analizar cuál es la causa, por qué ha ocurrido y qué mecanismos tienen otros sectores (empresa privada, universidades, medios de comunicación....) para acabar con un problema social que reside en la sociedad patriarcal. Las ONG están formadas por personas y el problema reside en este tipo de pensamiento y actitudes».

Oxfam Intermón ha propuesto trabajar con el resto de ONG españolas para estudiar, desde un punto de vista legislativo, un mecanismo que permita a todas las organizaciones del sector compartir información sobre los trabajadores que hayan sido despedidos por un comportamiento inapropiado para que no vuelvan a ser contratados en el sector.

Actualmente, según ha explicado el director general de Oxfam Intermón, cuando se produce un caso de acoso y abuso por parte de trabajadores de la ONG, Oxfam Intermón lo registra en su base de datos y puede dar referencias negativas si contactan con ellos desde otra organización con intención de contratar al trabajador, aunque no pueden aportar información sobre la casuística sino solo comunicar que en Oxfam no le volverían a contratar.

Desde la coordinadora valenciana de ONG aplauden la medida, aunque afirman que se debería poner en marcha «a todos los niveles, en todos los ámbitos y sectores, porque no es un problema de organización, es un problema 'de personas' aunque lo cierto es que siempre hay que ser transparente y jamás hay que ocultar la información y no ha sido así».