n La Fiscalía de Alicante ha pedido a la juez que procese al alcalde de Alicante Gabriel Echávarri por el despido de la cuñada del portavoz del PP Luis Barcala. Es el segundo caso en el que se investiga al socialista y, por ahora, continúa el mismo camino que el primero, contrario a los intereses del primer edil.

El ministerio público considera que el alcalde cometió un desvío de poder grave para adoptar una decisión arbitraria como represalia por la denuncia que había puesto contra él el PP por un presunto fraccionamiento de contratos en la concejalía de Comercio, causa por la que Echávarri ya está procesado y, por tanto, políticamente contra las cuerdas.

El fiscal solicita por otra parte el sobreseimiento de la causa para el concejal Carlos Giménez, de quien se considera que se limitó a cumplir la orden del alcalde convencido de que la medida formaba parte de un plan para regularizar la situación de los interinos.

El informe del fiscal es consecuencia de la petición del abogado del alcalde, que pidió el sobreseimiento al considerar que la medida era legal ya que la funcionaria se encontraba en un destino distinto al que fue contratada.

La juez debe decidir ahora si lleva al banquillo o no al alcalde por un delito de prevaricación. Sería la segunda causa judicial por la que acaba procesado.

De momento, Echávarri no mueve ficha. La petición de la Fiscalía por el llamado caso Despido no tendrá «ningún» efecto sobre lo que ya anunció el primer edil el lunes, tras su procesamiento por el caso del supuesto fraccionamiento de contratos en Comercio, señalaron ayer fuentes de la alcaldía.

Echávarri, que sí que abandona el liderazgo del PSPV local, anunció que dejaría su cargo cuando se fije día para el juicio oral siempre y cuando su número dos, Eva Montesinos, logre en el pleno sumar los 15 votos necesarios para convertirse en la nueva alcaldesa.

Los exsocios de gobierno se mantienen a la expectativa y no ceden en su presión sobre el aún alcalde. El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, aseguró ayer que la situación de Echávarri es «insostenible». Se tiene que apartar, dijo. En su opinión, el despido es un caso «mucho más grave», porque se trata de una «alcaldada» y un «abuso de poder».

Mientras, el portavoz de Guanyar Alacant, Miguel Ángel Pavón, calificó de «increíble» que el alcalde de Alicante «no haya dimitido ya». Coincidió con el PP en que «debería haber decisiones más contundentes desde el PSOE autonómico y estatal».