El comité de empresa del departamento de salud de la Ribera ha acudido al Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) para reclamar que 65 de los 254 trabajadores temporales que se irán a la calle el próximo día 31 de marzo con la reversión del departamento a la gestión pública puedan continuar en sus puestos en calidad de personal laboral a extinguir como el resto de 1.447 empleados que, actualmente, tienen un contrato indefinido con Ribera Salud.

Las tres partes implicadas (comité de empresa, la UTE gestora y la Conselleria de Sanidad) esperan que el tribunal dictamine hoy sobre el recurso laboral y se determine si deben continuar en la empresa subrogados por la administración o no.

Estos 65 trabajadores -«de todas las categorías profesionales» según fuentes sindicales- se encuentran en una situación «especial» con respecto al resto de plantilla de la Ribera ya que habían sido propuestos desde el año pasado -en cumplimiento del convenio colectivo de los trabajadores- a procesos de promoción o de consolidación de sus puestos ya que acumulaban un tiempo determinado de trabajo en la empresa a través de contratos temporales ya fuera para cubrir vacantes, refuerzos o como personal de apoyo.

De esta forma, y si no se hubiera iniciado el proceso de reversión, «seguramente hubieran sido consolidados como indefinidos por la empresa», según fuentes sindicales pero la puesta en marcha de la reversión, el pasado 1 de abril de 2017 les ha dejado en una especie de limbo ya que, desde esa fecha, la gestora de la Ribera dependía en cuestiones laborales plenamente de la Conselleria de Sanidad y no había contratación que no requiriera de la aprobación externa de la administración.

Ahora, el comité invoca ante el TAL estas características -que el convenio colectivo suscrito en 2016 reconoce como motivos para optar a la consolidación- y el artículo 10 de esta acuerdo que la administración también debe respetar.

En él, la empresa se comprometía a asegurar un 90 % de indefinidos en plantilla en 2017 y un 95 % en 2018 cifra que, con el inicio del proceso de reversión y la toma de control de Sanidad ha quedado en el aire.

«Las verdaderas víctimas»

Según explicó ayer la presidenta del comité de empresa, Belén Doménech, de CC OO, habían decidido ir al TAL «porque son trabajadores y los tenemos que defender». De hecho, consideraban que este colectivo de 65 personas contratadas durante este año eran las «verdaderas víctimas del proceso» ya que habían quedado en una especie de «limbo» atrapados entre los deseos de la empresa y de la conselleria. «No podemos decir que la administración haya negado su contratación definitiva pero no lo ha favorecido».

Este último enfrentamiento entre sindicatos y administración a dos semanas de la reversión enturbia la paz alcanzada en su día tras consensuar la figura jurídica que la plantilla de trabajadores indefinidos de la Ribera tendrán una vez dependan de la administración y que les asegura su continuidad en los puestos hasta su marcha o jubilación.

El decreto que debe poner negro sobre blanco qué trabajadores se quedan y cuáles no aún no se ha publicado y puede que el trámite no se haga hasta finales de mes: el documento debe ser aún refrendado por el Consell y el próximo pleno se celebrará el 23 de marzo.