El Gobierno abrirá la mano el próximo curso 2018-19 para que las autonomías puedan bajar, si así lo desean y pueden hacerlo, las tasas de los estudios de Grado en sus respectivas universidades públicas.

Desde el «tasazo» impuesto por el Real Decreto Ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo, los ejecutivos autonómicos están obligados a cobrar al alumno en primera matrícula entre el 15 % y el 25 % del coste de la enseñanza.

El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, anunció ayer en el Senado que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2018 contempla modificar a la baja dichas horquillas en las titulaciones universitarias oficiales de grado hasta situarse entre el 0 % y el 25 % de los costes en primera matrícula.

Es decir, que las autonomías que quieran podrían dejar de cobrar las primeras matrículas a los alumnos de sus universidades públicas. Eso sí, cualquier rebaja que apliquen deben compensarla con una mayor subvención anual a las universidades.

En el caso valenciano, a la Generalitat por curso aplicar la política de primeras matrículas gratuitas en las cinco universidades públicas de la Comunitat Valenciana, una cantidad de la que no dispone el Consell del Botànic debido a la infrafinanciación.

Andalucía ya aplica la gratuidad

Andalucía ya aplica este curso la gratuidad de la primera matrícula para todos los alumnos de las universidades públicas (de 2º a 4º de Grado), pero lo hace en forma de subvención para sortear el decreto de 2012.

Para ello ha establecido una bonificación del 99 % del importe de los créditos de asignaturas aprobadas en primera matrícula en el curso anterior. Con ello, la Junta apuesta «por iniciar el camino dirigido a igualar la educación superior al resto de servicios públicos básicos, como la sanidad o las etapas educativas preuniversitarias».

Ante la gran divergencia de precios de las universidades públicas, Méndez de Vigo ha recordado en la Cámara Alta que el Estado lo que establece es la horquilla y las comunidades autónomas «fijan el precio», que son las que «establecen las disparidades».

El curso 2011-12 la Generalitat estaba en la parte baja de la horquilla, pues repercutía a los estudiantes en primera matrícula el 15 % del coste de la enseñanza. Era la novena autonomía con las tasa universitarias más bajas. El PP valenciano aprovechó el «decretazo» del 2012 para situar los precios públicos de las universidades valencianas en el tramo alto de la horquilla, al pasar del 15 % al 20 % del coste.

Esto provocó que en el curso 2012-13 las tasas subieran el 33 %. El objetivo del Consell era ahorrarse 50 millones cada curso. Desde entonces la universidad valenciana es la cuarta más cara de España tras Cataluña, Madrid y Castilla y León.

Se mantiene la mitad del «tasazo»

Esta situación se ha mantenido hasta el presente curso. Aunque los tres partidos firmantes del Pacte Botànic (PSPV, Compromís y Podemos) hicieron bandera durante la campaña electoral de mayo de 2015 de la bajada de tasas universitarias, tal promesa no se ha materializado hasta este curso 2017-18, el tercero de Vicent Marzà como conseller de Educación.

La rebaja aplicada a la primera matrícula de Grado este curso es del 7 % más otro 8 % el próximo En total, en dos cursos, la disminución acumulada es del 14,44 %, sumando 26,5 millones. Esta bajada prorrateada no compensa ni la mitad de la subida del 33 % de 2o12.