El Govern del Botànic aprobó ayer una remodelación del segundo escalón que afecta a siete direcciones generales. Es la segunda reforma en importancia después de la efectuada en agosto de 2016. La actual se circunscribe a cargos socialistas y coincide con unas horas de especial tensión entre los socios del ejecutivo. Asuntos como la solución decretada para los trabajadores del Hospital de la Ribera tras la reversión de la concesión y el acuerdo entre Hacienda y los sindicatos mayoritarios para el personal del Institut Valencià d'Acció Social (Ivass) han sacado a la luz las diferencias de criterio entre PSPV y Compromís. Una disparidad de opiniones mostrada en algún caso con vehemencia y ante testigos ajenos al núcleo del Consell.

El episodio de mayor tensión se produjo en la mañana de ayer. Tuvo como protagonistas a dos pesos pesados del ejecutivo (la vicepresidenta y líder de Compromís, Mónica Oltra, y el conseller de Hacienda, el socialista Vicent Soler) y el motivo fue la solución para la equiparación salarial (en un plazo de tres años) del personal, mayoritariamente femenino, del Ivass. Oltra, titular a su vez del área de Igualdad y Servicios Sociales, se ha mostrado especialmente comprometida con este colectivo en los últimos meses y considera insuficiente el avance. «Que nos lleven al Tribunal Constitucional. No estoy aquí para hacer las mismas políticas que el PP», se la pudo escuchar clamar ayer en el Palau.

La diferencia de posiciones entra en la lógica de funcionamiento de un gobierno de coalición. No obstante, las últimas horas han sido de especial crispación a la hora de manifestar estas discrepancias.

En la última reunión preparatoria del pleno del Consell que secretarios autonómicos y subsecretarios celebran cada jueves (se conoce como el consellet), ya dejaron huella entre los cargos socialistas las «reflexiones críticas» que el subsecretario de la vicepresidencia, Francesc Gamero, realizó sobre la estrategia articulada por Sanidad (conselleria en manos de la socialista Carmen Montón) para los empleados del Hospital de la Ribera.

Tras el vencimiento de la concesión a Ribera Salud y su regreso al sistema público, el personal gozará de un estatus especial que los acerca a las condiciones de los funcionarios sin serlo nunca: estos «trabajadores fijos a extinguir» no podrán acceder a promoción interna, pero mantendrán la plaza hasta la jubilación.

El citado cargo, afín a Oltra, expresó en la reunión importantes reticencias a esta solución y recordó las objeciones incluidas en el informe del Consell Jurídic Consultiu, aseguraron a Levante-EMV diversas fuentes presentes en el encuentro. La postura sorprendió especialmente en los socios socialistas, ya que la fórmula para el rescate de los trabajadores está sobre la mesa desde hace meses.

En todo caso, la respuesta oficial ayer era intentar evitar que la bola crezca. La disparidad de criterio era situada dentro de la normalidad del gobierno del mestizaje. «Sin mayor trascendencia», enfatizaron.

Los cambios en el segundo escalón aprobados ayer -Oltra compareció precisamente al lado de Montón- tienen su foco especialmente en el área de Sanidad. El principal es el nombramiento de Isabel González, hasta ahora directora general de Alta Inspección, como nueva responsable del área de salud de la Ribera.

Por otra parte, José Moreno, director de Presupuestos, adscrito a la conselleria de Soler, deja el cargo. Según ha podido saber este diario, lo había solicitado hace meses. José Moreno, según las fuentes consultadas, tenía previsto abandonar en cualquier caso, si bien admitieron que ha tenido roces importantes con Oltra y otros consellers (en especial, de la parte de Compromís) en la elaboración de las últimas cuentas de la Generalitat. El puesto pasa a ocuparlo Eva Martínez, subsecretaria de la Conselleria de Hacienda hasta la fecha.