La Conselleria de Sanidad quiere saber, a más tardar este próximo verano, si las empresas que están gestionando los hospitales públicos en régimen de concesión están cumpliendo con lo pactado en su día. Así se desprende del nuevo contrato de servicios que la administración ha sacado a licitación y por el que se busca a una empresa que, en el plazo de tres meses y medio, pueda comprobar el «dimensionamiento» de los cuatro departamentos de salud bajo gestión privada que quedarán en la Comunitat Valenciana a partir del 1 de abril tras la reversión de la Ribera: Dénia, Elx-Crevillente, Torrevieja y Manises.
Ese «dimensionamiento» no es más que poner negro sobre blanco con qué inmovilizado cuentan ahora mismo en cada departamento, si se están valorando convenientemente tanto los edificios como la maquinaria o tecnología existente, y qué inversiones se han ido realizando cada año y que, en principio, estaban pactadas cuando se firmaron los correspondientes contratos, todos a 15 años.
Siguiendo el contrato del modelo Alzira, el que dio nombre al paradigma de colaboración público-privada nacido en la C. Valenciana, todas las empresas concesionarias (en estos momentos Ribera Salud, Sanitas y DKV), debían arrancar su gestión construyendo un nuevo hospital para cada uno de los departamentos de salud para, después, ir pactando un volumen de inversiones anuales hasta la finalización de contrato. En cada una de las áreas se puso cifras a esta inversión «mínima» tal como se recoge en los contratos de la concesión: 50 millones en la Ribera (el hospital ya se había levantado), 70 millones en Torrevieja, 80 millones en Dénia, 85 en Elx-Crevillente y otros 80 millones en Manises, en total 360 millones de equipamiento mínimo.
Sin control activo
Con este paso, la consellera de Sanidad, Carmen Montón aumenta la presión sobre las áreas de salud privatizadas tras la reversión de Alzira ya que, según han venido denunciando desde su entrada al Consell, el PP había hecho «dejadez de funciones» en el control activo al que estaban obligados en estos departamentos de salud. Desde Sanidad se anunciaron así auditorías en todas las áreas que, ahora, parcialmente se cubren con este contrato para conocer, en concreto, las inversiones realizadas. En el área de Alzira, el inventario ya se contrató para que estuviera listo de cara a este fin de semana, fecha en la que finaliza el contrato y se completa la reversión para saber, exactamente, con qué inmovilizado se contaba.
Además, desde la administración se han completado dos estudios más. La Sindicatura de Cuentas hizo un informe sobre la gestión en Manises de 2009 a 2015 -que concluyó que suponía un ahorro de un 25 % sobre la gestión directa- pero también que la administración no había ejercido «una tutela efectiva en materia de inversiones» y de, hecho, no existían en Manises «las actas de dimensión de inversiones exigibles por los preceptos contractuales». También la Intervención de la Generalitat hizo su propia aproximación económica a la gestión de las áreas con la conclusión de que el control sobre las inversiones había sido escaso y que el «caos» había reinado en estos años.
Inversiones pendientes en Alzira
Inversiones pendientes en AlziraLas inversiones en cada área de salud llevan siendo, además, el caballo de batalla sobre todo para los municipios directamente afectados o en los que se han comprometido nuevos centros de salud o mejora de los edificios ya existentes. Por ejemplo en la Ribera, el departamento volverá a manos públicas sin que la UTE Ribera Salud II haya completado algunas de las inversiones que tenía comprometidas como la ampliación del centro de salud de Algemesí para el que ahora Sanidad ha previsto un millón de euros.
En total, Sanidad invertirá 5.7 millones este año tanto en el hospital como en el resto del departamento. En los municipios, además del dinero para Algemesí, se invertirán 450.000 euros en Carcaixent, Alginet, Alberic, Albalat y l´Alcúdia y se renovará el equipamiento de radiología que está obsoleto en los centros de salud de Alzira II, Sueca, Carlet y Benifaió, además de comprar dos ecógrafos para Carlet y Sueca.
Esta última inversión evitará, por ejemplo, desplazamientos a los pacientes de cardiología que hasta ahora eran derivados al hospital de la Ribera. La compra del nuevo equipamiento está presupuestada en 230.000 euros, según anunció la directora general de Alta Inspección Sanitaria, Isabel González (y futura gerente), durante una charla ofrecida a vecinos de Sueca, según informa Joan R. Gimeno.
