La Policía Nacional ha logrado dar caza a un peligroso atracador que actuaba armado, sin tener reparos en efectuar disparos para amedrentar a sus víctimas, y que adoptaba todo tipo de medidas preventivas para dificultar ser identificado por las fuerzas y cuerpos de seguridad. De hecho, además del habitual uso de pasamontañas y guantes, simulaba diferentes acentos extranjeros durante los robos, según explicaron fuentes policiales, y los vehículos utilizados en los asaltos eran robados justo antes de cometerlos, para después incendiarlos antes de abandonarlos. De esta forma se aseguraba eliminar cualquier tipo de vestigio que llevara a los investigadores hasta él.

Su detención se produjo el pasado 4 de abril tras su último atraco en una estación de servicio de Castelló, donde amenazó a la empleada con un cuchillo de grandes dimensiones. Tras apoderarse de apenas 500 euros, huyó en un vehículo que fue localizado calcinado posteriormente. El arrestado está implicado en varios atracos, entre ellos un robo con violencia en un centro comercial de Paterna. Sus dos cómplices en este golpe ya fueron detenidos por la policía en otra operación.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de enero tras recibir el aviso de un atraco con arma de fuego en un restaurante de comida rápida de Castelló. Tras amenazar a los empleados con disparar, el sospechoso logró un botín de más de 2.100 euros. El coche empleado durante su huida, fue localizado por los agentes encargados de la investigación.

El segundo atraco que se le imputa se produjo en una estación de servicio, también en Castelló, y en la que el atracador no dudó en hacer uso de la pistola realizando un disparo dirigido hacia el lugar donde se encontraba el empleado del establecimiento. Días después, actuó de nuevo, esta vez en un supermercado, en el que intimó a empleados y clientes con una pistola y se apoderó de un botín superior a los 1.100 euros.

La Policía Nacional también ha detenido a un compinche por tenencia ilícita de armas y encubrimiento cuando trataba de deshacerse del arma de fuego oculta en una bolsa de basura.