Pensionistas, personas con diversidad funcional y menores asociados a tarjeta SIP, todos con rentas inferiores a 18.000 euros y, ahora, también desempleados. Los valencianos que estén cobrando la prestación o el subsidio por desempleo y cuyos ingresos no alcancen los 18.000 euros anuales tampoco tendrán que pagar por los medicamentos que les hayan recetado ese 40 % que les imponía el Real Decreto-Ley de 2012. Será a partir del próximo martes 1 de mayo cuando las ayudas entren en vigor, según lo anunciado ayer por el president de la Generalitat, Ximo Puig y la consellera de Sanidad, Carmen Montón gracias a un decreto impulsado por el Consell a petición de Podem durante la tramitación de los presupuestos de este año 2018.

Beneficio para la salud

Serán otros 10 millones de euros anuales para cubrir el copago establecido por Madrid y que beneficiará, según los cálculos del Consell, a 220.957 personas casi la totalidad de los valencianos en paro.

Gracias a esta ampliación de las ayudas, la consellera ha defendido que se avanza en la «recuperación de derechos» de los colectivos más desfavorecidos, los que tienen un índice de abandono de los tratamientos médicos más alto en parte por el copago de los medicamentos. «Con estas ayudas se ha conseguido reducir el abandono de los tratamientos en un 39 % así que son ayudas que están beneficiando la salud de las personas más vulnerables de la Comunitat Valenciana», según la consellera.

En 2017, se beneficiaron de las ayudas al copago más de 1,2 millones de personas: 792.000 pensionistas, 349.199 menores y más de 116.000 personas con diversidad funcional. Con esta nueva ayuda, el Consell quiere acabar el año acercándose a los 1,5 millones de valencianos libres del copago farmacéutico.