El tribunal de la Sección Primera ha confirmado la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 4 de Valencia, que condena al edil a seis meses de prisión por un delito de lesiones en el ámbito familiar, y a una pena de seis días de localización permanente por una falta de vejaciones.

Según la resolución judicial, Leopoldo Rodríguez "sacó a su esposa de la cama" sobre la una de la madrugada del 4 de abril del pasado año y la insultó mientras discutía con ella.

A continuación, le propinó un puñetazo en el brazo izquierdo provocándole una contusión, por lo que la mujer cogió a su hija pequeña y se marchó a casa de sus padres.

El concejal recurrió el fallo dictado por el Juzgado de lo Penal, por una supuesta vulneración de la presunción de inocencia y un error en la valoración de las pruebas, hipótesis que ha descartado la Audiencia Provincial.

La sentencia subraya que la denunciante "ha mantenido en todo momento la misma versión de los hechos", y considera que el hecho de que abandonara el domicilio familiar con su hija a las cuatro de la madrugada "es indicativo de que la discusión no fue lo normal y civilizada que se quiere hacer creer".

Además, no existe "duda alguna sobre el carácter incriminatorio de las pruebas practicadas", como los partes médicos que diagnosticaron el cuadro de ansiedad que padecía la mujer.

Por ello, confirma la sentencia que, además de las citadaS penas prohíbe al concejal acercarse a menos de 200 metros de su esposa y comunicarse con ella por un periodo de tres años.

El vicesecretario de Organización del PP de la provincia de Valencia, Juan José Medina, ha explicado hoy en un comunicado que la estructura provincial del partido instó hace dos días al edil popular de Aldaia "a que presentara su dimisión, tras la sentencia en firme que le condena".

Asimismo, ha explicado que desde ese mismo momento se iniciaron los trámites ante el Comité de Derechos y Garantías del partido para la suspensión de militancia y la apertura de un expediente al edil, y ha reivindicado que el partido "actuó con rapidez, diligencia y en escrupuloso cumplimiento de sus estatutos".

La ex mujer del edil lamentó hoy, en declaraciones a la cadena Ser, recogidas por Europa Press, que el edil, que además es sobrino del Obispo de Palma de Mallorca, se ha visto beneficiado por "su cargo político y sus relaciones con la Iglesia", que "le han ayudado a hacer todo el mal que ha hecho".

"Su familia estaba muy bien mirada en el pueblo, porque el obispo es quien es", señala, y añade que a ella le han "intentado hundir moral y económicamente". "Me han sacado todo el dinero del banco, me han vendido cosas que no pueden vender. Estoy desamparada por todas partes y él ha ido alardeando de ser quién es", aseveró.

La ex mujer agregó que el concejal es "un chulo" que "ha ido diciendo a mi hija que me va a matar". "Mamá, ¿por qué el papi te quiere matar y vas a ir al infierno?", aseguró que le pregunta la niña, de cuatro años. Asimismo, denuncia que muchos militantes del PP se han puesto de su parte e incluso impidieron una vez que ella escapara cuando él la esperó a la puerta de casa de sus padres, pese a tener vigente una orden de alejamiento.

De igual manera califica de "hipócrita" que concejales populares hayan participado en concentraciones de repulsa contra la violencia doméstica cuando a ella le han negado cualquier apoyo. En una de ellas, según sus palabras, unas ediles le aseguraron que la sentencia "está recurrida y no tienes nada que hacer" o frases del estilo: "desde luego, qué mal hecha está la Justicia en este país, que ampara a los mentirosos".