Los técnicos vinculados al proyecto europeo Ecoglauca Ergón, en el que participan siete municipios de la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida y la Ribera, están desarrollando un estudio pionero que plantea el aprovechamiento apícola de la planta de la paulownia en su proceso de floración. Aunque el objetivo prioritario del programa se orienta a la recuperación de zonas agrícolas abandonadas o degradadas mediante cultivos experimentales para la producción de biomasa, de forma paralela los expertos comenzaron a ensayar hace unos meses la colocación de panales de miel en espacios donde se cultivan paulownias para observar sus beneficios.

La buena calidad de la miel extraída hasta el momento —«clara, muy acuosa y casi transparente»— ha sorprendido a los investigadores, cuyo propósito con vistas a 2016 pasa por caracterizar y analizar el polen y la miel de esta planta. De esta forma, además de determinar si es viable su producción, se pretende conocer el nivel de aceptación que tendría su comercialización, como complemento económico al producto principal que pretende explotarse con el proyecto: la madera. La pauwlonia atraviesa un largo periodo de floración y resulta «muy apetente» para las abejas, según indican los expertos, que ayer se reunieron en Bolbaite con los alcaldes del Consorcio que impulsa el proyecto para evaluar el seguimiento de los resultados obtenidos hasta el momento.

El experimento se extiende también a las robinias, otra especie cuyo aprovechamiento se está ensayando en las poblaciones adheridas al programa. El coordinador del Life+ Ecoglauca, Fernando Pradells, subrayó durante el transcurso del encuentro que la miel de la robinia es muy demandada en otros países como Alemania. También en Australia o China es común el aprovechamiento apícola de las pauwlonias.

El técnico encargado del estudio, Evaristo Pastor, sostiene que la extracción de la miel de estos ejemplares es compatible con su uso agrícola y «nada perjudicial» para las abejas, puesto que los cultivos incluidos en el proyecto son todos ecológicos. Tampoco se produce la hibridación que puede darse con otras cosechas, como la naranja. «Nadie hasta ahora ha caracterizado el polen de la pauwlonia en toda Europa», observa el técnico, que precisamente se fija ese reto de cara a los dos próximos años. De este modo, en un futuro el proyecto podría ofrecer a los agricultores una comercialización secundaria rentable paralela a la producción de madera. En caso de que así sea, Pastor avanza el propósito de crear un manual de uso destinado a los apicultores, una vez se avance más en la investigación.

Fomento del desarrollo rural

Las parcelas experimentales del Life + Ecoglauca Ergón se localizan en los municipios de Bolbaite, Navarrés, Genovés, Fontanars dels Alforins, Villanueva de Castellón y la Llosa de Ranes. El programa tiene como objetivo principal la lucha contra el cambio climático y el apoyo al desarrollo rural y se financia con una inversión de 1,3 millones euros. Un 50% de los fondos los pone la Unión Europea y, el resto, el consorcio de municipios, en el que el Ayuntamiento de Enguera ejerce de coordinador. El proyecto se inició en octubre de 2014 y tiene un periodo de ejecución de 39 meses.

Mediante el desarrollo de cultivos energéticos de bajo coste, la actuación se centra en explorar los beneficios de la obtención de biomasa de especies como la pauwlonia, la robinia, el chopo o el olmo, cultivadas en terrenos agrícolas degradados y sin uso. Estos ejemplares necesitan un bajo mantenimiento y no resultan costosos. Una vez se compruebe en qué condiciones se adaptan mejor para obtener los mejores rendimientos, los agricultores podrían encontrar una salida para complementar sus ingresos.

La alcaldesa de Bolbaite, Carolina Mas, manifestó ayer la importancia de este proyecto para fomentar el desarrollo rural en un territorio muy agraviado por la escasa rentabilidad de la agricultura, circunstancia que ha dejado un reguero de campos abandonados en este y otros municipios. «El programa puede ayudar a mantener los campos cultivados y ser un complemento para los agricultores», expone Mas.

La demanda de biomasa con fines energéticos está incrementándose de forma exponencial a nivel europeo, especialmente en Inglaterra, Italia o los países nórdicos. «Puede ser un apuesta interesante para diversificar nuestra agricultura con un giro verde hacia las energías renovables», enfatizó ayer durante la reunión en Bolbaite el coordinador de Ecoglauca, Fernando Pradells.