Aunque la construcción del CRIS y el CEEM le ha costado muchos desvelos a la junta directiva Acofem-13, sus responsables no se detienen y ya persiguen nuevos retos. El más inminente pasa por gestionar con la conselleria los fondos necesarios para poner en marcha un piso tutelado —ampliable a dos en un futuro— que permitiría al colectivo extender su labor a un perfil de usuarios que difiere de los asistidos en el CRIS, el CEEM y el centro de día. En este recurso, los enfermos dispondrían de una mayor independencia, aunque estarían bajo la supervisión de un monitor. Otro proyecto es el acondicionamiento de una piscina en el exterior de la residencia, para que los usuarios puedan refrescarse los calurosos días de verano, así como practicar actividades físicas en el agua.
Acofem-13 complementa la subvención de la Generalitat con otras vías de financiación para su funcionamiento, fruto de una intensa actividad que hace que el número de socios del colectivo vaya en aumento. «La sensibilidad de la gente ante una enfermedad tan cruda como ésta es cada vez mayor», indica Amelia Estellés. La directora del CRIS y el CEEM cerró su tienda hace 16 años para involucrarse en el cuidado de su hermano a través de la organización, cuando se dio cuenta de lo desatendidos que estaban los enfermos mentales. «Entonces había mucho desconocimiento», señala. Aunque, sin la insistencia de Acofem, las instalaciones difícilmente se habrían materializado, la asociación subraya el «apoyo total» tanto de la actual corporación como de la anterior. «No tenemos queja», apuntan. «La conselleria también ha apostado por nosotros y por nuestro trabajo y ha valorado lo que hacemos», apostillan. Para la inauguración oficial del CRIS y el CEEM habrá que esperar a que pasen las elecciones. El 26J ha obligado a posponer el acto.
