Apenas puesto el balón en juego en el partido Buñol-Olímpic (0-2) nos dimos perfecta cuenta de que a los nuestros no se les iban a escapar los puntos en litigio. Sobre un terreno de juego muy propicio al juego aéreo y con un rival diseñado para el choque, el Olímpic presentaba mayores atributos, especialmente en esas líneas de choque en las que hacía prevalecer la envergadura de Berna sobre el resto de sus compañeros. Las salidas con el balón de todo a cien debidamente jugado eran muy escasas, lo que hizo del partido un encuentro feo y anodino que para los de Buñol se convirtió en una pesadilla en el minuto 79 cuando el Olímpic remachó el segundo gol, obra de Fran Guillem, otro de los más destacados.

En síntesis, el Olimpic fue mejor. No en juego, que no existió; pero sí como conjunto, considerándose justo vencedor en un partido de bajo nivel en el que todos sus jugadores derrocharon el entusiasmo necesario para pasearse por esta categoría a mil años luz de la que acabamos de dejar por tremendo fallo en la dirección del club, más pendiente de recaudar que de potenciar adecuadamente el equipo en su momento.

El equipo de Xàtiva presentó algunas caras nuevas que ya analizaremos en su momento, esperando la incorporación de San Julián, Rifaterra y Pepín, jugadores que por su experiencia deben calificarse como un auténtico refuerzo. Mientrastanto hay que seguir componiendo el cuadro titular que nos lleve a la categoría perdida, proceso en el que no todos saldrán buenos ni tampoco malos. Cabe por tanto esperar la consolidación de ese equipo presuntamente titular y escoger el mejor camino que nos lleve a donde estábamos. Por falta de directivos y técnicos muchos de ellos muy bien remunerados no será, así que?