Las tímidas precipitaciones registradas en las últimas semanas apenas han tenido incidencia en el arranque de la campaña de la oliva. Los productores de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida han visto cómo los peores presagios se confirmaban y han asumido que la campaña será una de las peores que se recuerdan en los últimos tiempos, con descensos en la producción que oscilarán entre el 70 y el 80%.

Julián Úbeda, oleicultor de Vallada y delegado de La Unió de Llauradors en la comarca, vaticina que este año se recogerá, como mucho, un 25% de la cosecha contabilizada en la última campaña, cuando los cuatro molinos de la Costera molturaron ocho millones de kilos de aceitunas. Para la presente temporada de recolección, que será mucho más corta, la previsión se mueve entre los dos millones y los dos millones y medio de kilos. «La pluviometría ha sido muy baja: se han recogido menos de 200 litros por metro cuadrado en la comarca, cuando lo normal es llegar a los 600 libros», explica el agricultor.

La buena noticia es que el rendimiento del aceite ha mejorado respecto al año pasado en cuatro puntos y la calidad es buena gracias a la escasa influencia de la mosca en la evolución del fruto, que ha podido controlarse.

La cooperativa Campo Enguera, que agrupa a más de 200 socios de diferentes comarcas, aspira a molturar, en el mejor de los casos, un 30% de la producción de hace un año, cuando se alcanzaron cifras récord de 8,7 millones de kilos. En cualquier caso, la entrada de aceitunas va a «buen ritmo», con pesajes que oscilan entre los 50.000 y los 60.000 kilos diarios en las instalaciones de la entidad, tal como señala a este diario José Pareja, director de la cooperativa.

«La calidad del aceite es óptima»

Aunque hasta finales de mes no habrá una estimación más certera de la cuantía de la cosecha que se espera molturar, de momento la actividad apunta a superar el millón de kilos a principios de diciembre, mes de mayor entrada de olivas en producción. «La aceituna está sana, que es lo importante: debido al exceso de calor y la sequía no hay mosca y la calidad del aceite es óptima», subraya Pareja. Los precios del aceite, por otra parte, se mantienen por el momento estables.