De la forma que hablaban seguro que nadie de ellos lo sabía. Los nueve alcaldes de las comarcas centrales que prevén diseñar a propuesta de la Agència Valenciana de Turisme una ruta por los territorios borgianos para poner en valor el legado histórico de la familia originaria de Xàtiva y que dicho recorrido tenga una ligazón desconocen que ya existe un recorrido como el que ahora pretenden impulsar y que jamás se ha puesto en práctica. Data de 1999 y es obra del exconcejal de Cultura de Xàtiva y exdirector del museo de l´Almodí, Mariano González. Dado que este trabajo, al que ha tenido acceso este diario, aboga por una dimensión territorial más amplia (lejos de quedarse en los sempiternos Gandia y Xàtiva), el estudio podría servir de base para esta iniciativa, dada a conocer el pasado 16 de noviembre en un encuentro de los responsables de la AVT con los nueve munícipes.

La guía se llamaba Corredores Culturales Europeos y se editó en español y en inglés. Los encargó a sus respectivos autores „entre ellos, González„ la Conselleria de Cultura, en una iniciativa de la Unión Europea. A González le fue encomendada específicamente una ruta por los territorios de influencia borgiana, cuna de los futuros papas Calixto III y Alejandro VI. La ruta pasaba por Xàtiva, Gandia, Torre de Canals... Pero también por Llombai, Oliva, Navarrés o Anna. El trabajo se titulaba Itinerario a través de las posesiones valencianas de los Borja.

González se detiene tanto en el patrimonio inmueble como en el mueble. Así, destaca en la guía que las obras de arte «más estrechamente vinculadas al primer papa Borja son las que forman parte del tesoro de la Colegiata de Xàtiva. El cáliz de plata que lleva su nombre inscrito en el nudo fue encargado por él y labrado por un platero valenciano, mientras que el Lignum Crucis, con su pequeña imagen del Christus Patiens en oro esmaltado de blanco reservada en la teca, es una refinada pieza salida de talleres borgoñones o parisinos hacia1400», explica. Pero «la que goza de mayor fama es el retablo de Santa Ana o, por ser más exactos, las cinco tablas que se conservan del bellísimo retablo que en 1452 encargó al pintor Pere Reixach para su capilla funeraria y hoy constituye una de las cimas de la pintura gótica española», escribía este experto hace 17 años.

Según la guía editada hace 17 años, «hasta mediados del siglo XIV, los Borja eran una familia más de caballeros y ciudadanos de Xàtiva, sin un relieve notable pero, a partir de la Guerra de la Unión, comenzaron a ejercer magistraturas municipales y a adquirir señoríos que les permitieron afianzar su posición», según González. «El término municipal de Xàtiva comprendía un extenso territorio [?] en el que había numerosas alquerías o aldeas casi en su totalidad de propiedad señorial. Domingo de Borja, padre de Alfonso [futuro Calixto III], era dueño de la alquería de la Torreta, en la que la familia residía ocasionalmente, pues, al igual que los otros señores territoriales, la mayor parte del año vivían en la ciudad. Los núcleos de población de las alquerías solían adoptar una disposición cerrada para protegerse de noche, y algunas de las casas señoriales tenían torre defensiva, como ésta de la Torreta, hoy perteneciente al término de Canals, que constituye el más antiguo testimonio borgiano en el reino de Valencia».

González traza una continuidad de la influencia borgiana rumbo a la Canal. Así, señala que uno de los enclaves vinculados a la familia «es Anna, que pasó a esta familia por el matrimonio de Tecla de Borja, hermana de Rodrigo, con Vidal de Vilanova, señor del citado lugar. Al morir ambos sin hijos, el señorío recayó en la madre de Tecla, Isabel, y de ella, en Rodrigo, que al ser eclesiástico, lo cedió a su sobrino Jofré. De éste desciende Galcerán de Borja, último maestre de la orden de Montesa, virrey de Cataluña y marqués de Navarrés. Si bien ni Anna ni Navarrés conservan restos materiales vinculados a la familia „especifica González„ ambos municipios están enclavados en una zona de notable belleza natural. El tercer lugar de esta comarca vinculado a los Borja „agrega en la guía„ es Enguera, que perteneció a la Orden de Santiago hasta que en 1584 fue vendida por Felipe II a Miguel de Borja. La construcción del templo parroquial de San Miguel fue iniciada en 1585 a instancias del arzobispo patriarca Juan de Ribera. En su interior se conserva La Virgen de Gracia, obra de Pablo de San Leocadio, una de las más bellas tablas gótico-renacentistas valencianas». Por supuesto que Valencia capital tiene un amplio protagonismo en la guía como espacio en el que despegaron las carreras de los dos papas.