Miércoles, 1 de febrero. 7.23 horas. Renfe informa de que el cercanías de la línea 2 que enlaza Valencia y l'Alcúdia de Crespins circula con 25 minutos de retraso debido a la «espera de material de origen» y a la «gestión del tráfico ferroviario». La demora se repite en otros cnvoyes programados a lo largo de la mañana. El tren l'Alcúdia-Valencia de las 8.33 horas efectúa su salida con un retraso de 20 minutos por el mismo motivo. El tráfico ferroviario no se normaliza hasta pasadas unas horas.
Escenas similares se suceden de manera «constante» desde hace semanas, tanto en esta línea como en la que une Gandia y Valencia. A tenor de las quejas que ha recogido este diario, los usuarios que frecuentan el servicio se declaran hartos e indignados. Algunos se han visto obligados a aguardar hasta media hora sin que ningún canal les avisara con un tiempo razonable de antelación de los aplazamientos. Otros aseguran haber llegado tarde al trabajo por un tren que ha distado mucho de ser puntual en las primeras horas del día.
Martes, 31 de enero. Un convoy parte de la estación del Norte con una demora de 17 minutos porque hay otra máquina ocupando la vía. Por la tarde, se registran retrasos similares en todos los sentidos por las dificultades en las instalaciones de cambio de vía en Algemesí. A las 21.53, otro transporte sale 20 minutos tarde a raíz de la «espera de material rodante».
Miércoles, 25 de febrero. Una pasajera pregunta a Renfe por la cancelación de un tren programado sobre las tres de la tarde. Censura la falta de información. En su respuesta, Renfe pide disculpas y atribuye la demora a una avería. Viernes, 27 de enero. Otro usuario critica que lleva dos días consecutivos padeciendo «serios retrasos» en la línea Valencia-Xàtiva y lamenta que la pasada semana se suprimieron varios Civis «sin explicaciones». Algunos pasajeros hablan de una huelga encubierta de maquinistas o achacan la situación a las jubilaciones y a la falta de personal de la compañía.
Renfe se desvincula de estas cuestiones e insiste en que las demoras son el resultado de «incidencias técnicas puntuales» que se subsanan «lo más pronto posible». Un portavoz explica que el retraso de ayer por la mañana en la C2 se originó a raíz de una avería a primera hora que repercutió en el siguiente convoy. El tráfico consiguió normalizarse antes de mediodía. Por la tarde, sin embargo, otra demora de 18 minutos afectó a un cercanías Valencia-Xàtiva.
Entre los usuarios perjudicados, se palpa la indignación. «He estado más de media hora esperando y nadie nos avisó ni nos dieron ninguna explicación. Te tienes que aguantar y ya está. Siempre dicen que se trata de casos fortuitos y que no tienen la culpa», observa Amparo. «Es una vergüenza. La información de los paneles deja mucho que desear cuando hay atrasos. Te compensa coger el coche», clama Gema, otra pasajera.
La compañía resta importancia
En Twitter, Renfe informa de forma constante del estado del tráfico ferroviario y de las incidencias. Fuentes de la entidad sostienen que las anomalías no son ni mucho menos la tónica del servicio y subrayan que el 80% no responden al mal funcionamiento de la infraestructura, sino a cuestiones como los obstáculos en la vía o las inclemencias del tiempo.
