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"Quitarse la lectura no es bueno, ni en época de crisis. Recomiendo visitar la librería una vez a la semana, al menos". De hecho, Víctor Ferrer, estudiante de Económicas de la Universitat de València predica con el ejemplo. Lector asiduo de novela realista, ensayos filosóficos y de divulgación científica, este vecino de Ribarroja reconoce que la coyuntura económica le ha afectado pero continúa con su visita semanal por las estanterías. Ahora prefiere comprar libros de bolsillo y compara los precios en los diferentes establecimientos de Valencia antes de decidirse por uno. "Tengo que administrar los recursos que tengo. Vivo con mis padres pero ahora cuento con menos 'manga ancha'", ha afirmado.

La recesión, además de afectar a la cesta de la compra de los valencianos, ha reducido el presupuesto que destinaban a la compra de libros. Y ha repercutido también en las ventas anuales de los libreros, pertenecientes a un sector en el que el precio de venta al público de las obras viene marcado por el editor y sólo pueden aplicar un descuento del 5% sobre el mismo.

"La gente ya no busca los libros de novedades ni los de tapa dura, prefiere llevarse libros de bolsillo", ha declarado Cristina Soriano, socia de la Librería Soriano de Valencia. "Con menos dinero se llevan más títulos", afirma.

En este sentido, Lorenzo Núñez, jefe de la sección de literatura y humanidades de Casa del Libro de Valencia, estima que los compradores "destinan dos o tres euros menos al mes a la compra de libros y prefieren llevarse los de bolsillo porque son más baratos".

Asimismo, los gustos en la lectura han variado y los compradores valencianos muestran su interés por la situación económica. "Lo que más se mueve es la novela pero hemos notado un aumento en la venta de libros de autoayuda y de economía sencilla", según Soriano. "Los libros que más vendemos son ¿Quién se ha llevado mi queso? y El secreto."

El responsable de de Casa del Libro de Valencia comparte esta opinión. "Ha aumentado la venta de libros relacionados con la crisis y los de autoayuda, aunque la de éstos últimos se incrementa todos los años independientemente de la situación económica existente".

Los turistas que visitan Valencia también han variado el tipo de libros que compran. Según Soriano, los visitantes de la ciudad provenientes tanto de otras zonas de España como del extranjero, "antes se llevaban libros de todo tipo pero ahora ha aumentado el turismo mochilero y lo que más les interesan son las guías turísticas".

En este sentido, Lola Vázquez, responsable de la librería Museu de Prehistòria i Etnología de València, afirma que los turistas compran ahora postales o marcapáginas en vez de libros y para aumentar las ventas ha tenido que abrir una "tienda online de la librería.

Los jóvenes compran más libros

El único público que ha aumentado la compra de libros pese a la situación económica es el de los adolescentes. Según la socia de la Librería Soriano, sagas como Crepúsculo "arrastran" al público juvenil y "logran" que los jóvenes se aficionen a la lectura. "Esto es algo positivo, porque son los futuros compradores", afirma Soriano.