Los Baños del Almirante de Valencia, un espacio arquitectónico del siglo XIV y estilo mudejar que fue rehabilitado hace unos años, permanecían cerrados desde 2011, después de que la Conselleria de Hacienda, en cuya sede en el casco viejo de la ciudad se ubican, traspasara administrativamente el enclave a la de Cultura. La placa que anuncia el sitio histórico refleja con alguna pintada el enfado de algunos ciudadanos por el cierre. Durará poco, porque el Consorci de Museus, que se ha hecho cargo del inmueble, va a reabrirlo el próximo día 9.

La reapertura será solo de tres horas al día, de 11 a 14 horas, y los visitantes podrán acceder a estos baños medievales reconstruidos en el siglo XIX al estilo arabizante previo paso por taquilla. Dos euros costará la entrada convencional.

Para esta nueva etapa, el Consorci ha preparado además en el vestíbulo una exposición de fotografías de Valencia de los años 30 del siglo XX cuando los baños aún estaban en funcionamiento para el uso público extraídas de los fondos de la agencia Efe, que celebra sus 75 años en 2014.

La muestra recupera imágenes como la llegada al puerto de Valencia del féretro con los restos del escritor Vicente Blasco Ibáñez o vistas aéreas de la ciudad, cómo se preparaban las naranjas para su exportación, cómo eran los estudios de Joaquín Sorolla y Cecilio Pla o qué aspecto tenían espacios emblemáticos como la Plaza de la Virgen o el edificio de la Lonja.

Los Baños del Almirante, recuperados ahora como espacio cultural, fueron construidos entre 1313 y 1320 y han funcionado como establecimiento balneario durante casi 650 años, hasta mediados del siglo XX.

El espacio es monumento histórico-artístico desde 1944 y desde 1993 figura como Bien de Interés Cultural (BIC) y su nombre le viene dado por la cercanía al Palacio del Almirante, con el que forma conjunto.