El nuevo director general de CulturArts, José Luis Moreno Maicas, optó por llevarse el conglomerado a la Filmoteca antes que irse a él a la Conselleria de Educación y Cultura, donde estaban sus predecesores, Manuel Tomás y Julia Climent. Fue el primer indicador de lo que el entorno de María José Català confiesa ya: que no existe intención de designar un jefe propio para el Instituto Valenciano del Audiovisual y Cinematografía (IVAC)-Filmoteca y que la idea es que Moreno (subdirector titular del organismo hasta su nombramiento como máximo responsable de CulturArts) continúe al frente del mismo en funciones.

Sólo hay un motivo por el que la consellera y la nueva secretaria autonómica de Cultura, Julia Climent, ocuparían la vacante en el organigrama de CulturArts, señalan las citadas fuentes: que Moreno (Valencia, 1968) admita estar desbordado por la doble dedicación. Por ahora, apuntan, no ha ocurrido.

Los factores que el equipo de Català esgrime para mantener la situación transitoria actual son varios: el personal consultado del IVAC-Filmoteca prefiere que Moreno viejo conocedor de la casa siga; a la legislatura le quedan sólo unos meses, porque en teoría las elecciones autonómicas deben celebrarse el 24 de mayo de 2015, y, además, el trabajo actual en CulturArts es de continuidad, porque tras un arranque costoso en 2013 las estructuras están ya completadas.

El hecho es que el conglomerado que agrupa a las distintas unidades artísticas teatro y danza, música, cine y restauración está dirigido en la actualidad desde las dependencias de la Filmoteca, en el edificio del Rialto, donde Moreno se ha llevado a parte del equipo que estaba en la avenida de Campanar.

El ahora alto cargo es un funcionario de largo recorrido en el área cinematográfica. Tomás lo reclutó como director adjunto de CulturArts en febrero de 2013. Pero tras la marcha de Nuria Cidoncha a la actividad privada, regresó al IVAC-Filmoteca como subdirector responsable de esta unidad en mayo de este año.

«¿Más cambios? Ya no»

Las fugas en la cúpula de Educación al mes siguiente llevaron consigo una cadena de cambios: Tomás dejó la cabeza de CulturArts (pasó a secretario autonómico de Educación) y su puesto fue ocupado por Climent, que venía del Instituto Superior de Enseñanzas Artísticas como último destino en una larga lista de cargos en la Generalitat. Duró dos meses, porque tras la renuncia también de Rafael Ripoll a la secretaria autonómica de Cultura fue ascendida a este puesto. Y así, Moreno Maicas llegó a la dirección general de CulturArts.

La sucesión de movimientos en sólo cinco meses da idea de la inestabilidad actual en la estructura de Cultura. Por ello, Climent responde con un elocuente «¿Más cambios?» cuando se le pregunta si piensa mover fichas en el organigrama en lo que queda de mandato. La consecuencia es que algunos subdirectores de áreas agotarán la legislatura pese a estar cuestionados por sus sectores.