El Centro de Arqueología Subacuática de la C. Valenciana, dependiente de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, ha inventariado más de un centenar de restos arqueológicos en el fondo de las costas valencianas procedentes de yacimientos históricos, fruto del trabajo de investigación de las últimas décadas.

La mayoría de estos «tesoros hundidos» se encuentran en la provincia de Alicante por la proximidad de sus costas a las antiguas rutas navales, y actualmente algunos todavía se pueden visitar, como el pecio romano Bou Ferrer en la Vila Joiosa o la Illeta dels Banyets de El Campello.

Las aguas valencianas acogen desde pecios romanos hasta submarinos de la I Guerra Mundial que naufragaron y desperdigaron el contenido que transportaban, como herramientas de barco, munición, ánforas o anclas.

Por provincias, en Alicante se concentran hasta 133 puntos donde se encuentran restos arqueológicos, mientras en Valencia se han localizado 50 y en Castellón el número se eleva a 74.

El centro arqueológico ha constatado que el patrimonio cultural subacuático no solo se localiza en el mar, sino que también abarca los ríos, lagos y aguas interiores, además de encontrarse en zonas que actualmente están situadas en tierra firme, pero que en algún momento de su devenir histórico estuvieron en un medio acuático.

Los hallazgos encontrados en el fondo del mar se definen como patrimonio cultural subacuático si cumplen con las condiciones de poseer rastros de existencia humana con carácter cultural, histórico o arqueológico; y estar bajo el agua por lo menos durante 100 años parcial o totalmente.