La Conselleria de Cultura ya hace cuentas para adaptar el Teatro Romano de Sagunt a la normativa actual sobre el uso público del patrimonio 23 años después desde la congelación del proyecto de rehabilitación. En concreto, la administración cifra en 3 millones las inversiones para la puesta apunto del Teatro Romano.

Según ha informado la directora general de Patrimonio Carmen Amoraga a Levante-EMV, el proyecto se redactará en 2017 y se ejecutará en varias anualidades. «Se trata de asumir la situación actual del teatro, con la inejecución de la sentencia del TSJ, y adaptarlo a la normativa actual para su apertura al uso público, como mejorar las instalaciones de apoyo a las actividades que se realizan, terminar el escenario, ejecutar la instalación de la luz, mejorar la sonorización, adecuar la accesibilidad y la seguridad, así como proteger el teatro de los incendios», asegura Amoraga.

Dentro de esta inversión también estaría incluida la «restauración del mosaico romano encontrado durante excavaciones arqueológicas, así como la adecuación del espacio situado debajo del escenario de origen romano, donde se conservan determinados muros y elementos arquitectónicos, actualmente sin poder ser visitados», añade la directora.

Cultura ya adelantó el anuncio de una partida de 350.000 euros para dar el suministro eléctrico propio al monumento y al Castillo de Sagunt. La redacción del proyecto se realizará en septiembre con un coste de 18.000 euros. La obra se lanzará en concurso público en el mismo mes y se espera que el grueso de las actuaciones se ejecuten en 2017. «Con la instalación eléctrica, la Conselleria se puede ahorrar una cuantía importante cada año», reconoce Francensc Fernández, alcalde de Sagunt, ya que la entidad tenía que contratar grupos electrógenos cada año para poder realizar el Sagunt a Escena. En concreto, se pretende instalar una línea de media tensión que también daría suministro al Centro de Visitantes del Castillo, que se encuentra pendiente de inaugurar desde hace seis años por la falta de luz.

Poco antes del inicio del festival Sagunt a Escena „todavía en curso„ ya se destinaron 14.000 euros para mejorar la accesibilidad del teatro. Entre las actuaciones, se instaló una tarima en la entrada a la orchestra, semicírculo frente al escenario donde antiguamente se acomodaban las autoridades políticas durante las representaciones, y que llega hasta la primera fila de las localidades.

Esta nueva bomba de oxígeno para el Teatro de Sagunt llega para poner fin a dos décadas de polémica, desde que se truncó el proyecto originado por los arquitectos Grassi y Portaceli. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, visitó esta semana el certamen escénico, donde manifestó la voluntad de la administración de acabar el 20 % del proyecto que se encuentra pendiente de ejecutar. «Acabaremos el Teatro Romano teniendo en cuenta nuestra situación económica», apuntó el presidente.

La suspensión de las obras fue decretada por el TSJ apenas 15 días antes de la conclusión del proyecto, lo que ha estado generando varios problemas paro el uso del teatro hasta la fecha. En 2009 el Tribunal Supremo aceptó que era imposible deshacer la intervención inicial en el teatro.