Ni rastro de lo que el Centre del Carme fue hace a penas unos meses. Desde ayer el antiguo convento de la calle Museu derrocha contemporaneidad por los cuatro costados. O mejor dicho, por sus seis salas. Y claustro incluido.

La exposición Discursos premeditados. Colección Fundación Caja Mediterráneo reúne en el nuevo centro de arte contemporáneo más de un centenar de obras compuestas por 400 piezas de 70 destacados artistas, algunos Premios Nacionales. La muestra, con algunas obras nunca vistas, recorre cuatro décadas del arte español a través de una mirada que cuestiona el vacío, la arquitectura, el espacio como resistencia o el arte a modo de reflexión.

La exhibición fue presentada ayer por el conseller de Cultura, Vicent Marzà; el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; el presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Luis Boyer; el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Daniel Simón; y la comisaria de la exposición, la conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), Rosa Castells.

Discursos premeditados está formada por obras de la Fundación Caja Mediterráneo y podrá visitarse hasta el próximo 23 de abril en el Centre del Carme, que destina todas sus salas „con 3.000 metros cuadrados„ a esta «exposición de exposiciones». El recorrido de Discursos premeditados se estructura en cinco propuestas que se han ido descubriendo desde 2012, año en que la colección de la fundación fue depositada en el MACA, encargado de su conservación. Aunque el museo alicantino ya ha expuesto algunas de las piezas, la del Centre del Carme es la primera muestra que reúne tantas obras a la vez.

Con 70 artistas referentes del arte contemporáneo español de los últimos 40 años, la muestra cuenta con obras de Premios Nacionales de Arte como Carmen Calvo, Jaume Plensa, Rafael Canogar, Esther Ferrer o Cristina Iglesias. Precisamente es la escultora la que da la «bienvenida» a esta exposición. Su obra Habitación de bambú se exhibe en el claustro del Centre del Carme, lugar que antes ocupaba el sarcófago de Blasco Ibañez realizado por Mariano Benlliure y que el pasado lunes fue trasladado al Museo de Bellas Artes.

En total, la exposición „«la mejor de 2017», según Marzà, y la que «marca un punto de inflexión» en el Centre del Carme, según su director„ se estructura en otras cinco muestra repartidas por todo el museo.

«El vacío es un lugar donde apoyarse». El claustro gótico del museo y la recién bautizada sala Carlos Pérez reúne la obra de 12 mujeres artistas, que animan a la reflexión sobre el papel de la mujer en el arte. Incluye obras de Esther Ferrer, Carmen Calvo, Soledad Sevilla, Cristina Iglesias o Ángeles Marco, entre otras.

«Genealogías». Bajo este título se aglutinan una serie de obras que confluyen en el proceso de creación, a veces fragmentado, otras asimétrico, y siempre con una sensación de desnudez o desprotección. Dispuesta en las salas Contrafuertes y Goerlich, la componen piezas, entre otros, de Pello Irazu, Jon Mikel Euba o Santiago Sierra.

«De la naturaleza humana». También titulada El arte como espacio de resistencia, el proyecto que acoge la sala Ferreres reúne nombres como Canogar, Plensa, Cabello-Carceller, Jordi Colomer o Ester Pertegàs, bajo el leitmotiv de la representación de la dimensión humana, al tiempo que cuestionan la realidad social y política.

«A modo de reflexión». Meditar, sugerir, cómo no, reflexionar,... Son las acciones a las que invitan artistas como Joan Fontcuberta, José Antonio Orts o Ignasi Aballí en la sala temporal de la primera planta del antiguo convento.

«Arquitectura prematura». La sala Dormitorio del Centre del Carme recoge un discurso sobre la poética de la arquitectura, construida en espacios simbólicos y monumentales, aunque también cercanos y cotidianos. Firman estas obras Isidro Blasco, Miquel Mont o Daniel Gutiérrez Verbis.

Este centenar de obra son parte „aproximadamente la mitad„ de las 213 piezas que forman parte de la colección de la fundación. De ahí que Pérez Pont no descarte que el Centre del Carmen pueda acordar con la entidad una segunda parte de la muestra. En un futuro.