«Set de Circ» es una escuela para todos los públicos. Claudia y Vicente (así son sus nombres «españolizados») rozan los sesenta años, son estadounidenses y vienen desde el estado de Washington para acudir al curso del Gran Fele. No se borran la sonrisa de la cara y explican, a este diario, su historia: «Nosotros veníamos todos los inviernos a València de vacaciones y asistíamos, desde hacía unos años a la función del circo Gran Fele, pero el año pasado yo vine en verano y descubrí la escuela», explica Vicente, que habla un poco de español. Este año, ha animado a su mujer, Claudia, a acompañarle adentrándose de primera mano en el mundo que se esconde bajo las grandes carpas circenses.
El matrimonio ha viajado desde Estados Unidos para pasar un mes en España. De esos treinta días, tres semanas las pasarán en el Espai Rambleta asistiendo a «Set de Circ», una experiencia que Vicente quería vivir también con Claudia. «Después nos iremos al Norte del país, creemos que será muy bonito, y nunca hemos tenido la oportunidad de ir», explican.
«Hemos descubierto un mundo»
Respecto al curso que imparten Víctor y Dainé cuentan con una gran sonrisa que les «encanta, los profesores son estupendos». Nos interrumpe Dainé: «Vicente, Claudia, vamos a empezar» y ellos responden contentos, «Si, si, ahora vamos». La pareja está feliz. La novedad les apasiona y el circo, también.
Ambos inciden en que en Estados Unidos sería «muy complicado» poder llevar a cabo este tipo de actividades. «Habría que firmar muchos papeles de aspecto legal», explica Claudia. «Subirse, por ejemplo, a un trapecio sería una odisea legal». En cambio aquí «te subes al trapecio pruebas, fallas, vuelves a probar, lo vuelves a intentar, es todo más sencillo, vienes y realizas el curso, sin que nadie te obligue a firmar mil papeles», explica. Ambos coinciden en que con el curso «hemos descubierto un mundo».
Después, esta simpática pareja salta sobre una colchoneta y hace un mortal en el aire. Simplemente, «revelador». «Son un ejemplo de superación», opina Rafael Pla.
