Hay que prestar atención a los finalistas del Planeta. Descubre autores con la mano entrenada y los pone ante el gran público. Como Cristina López Barrio y su Niebla en Tánger, su cuarta novela, después de un libro de cuentos y un libro juvenil.

Para los que se enfrenten por primera vez a la escritura de López Barrio, encontraran un relato fantástico y una excelente forma de narrarlo. Amante del romanticismo y del realismo mágico, Niebla en Tánger hace reir, llorar y pensar. "Hay que ponerse en la piel de los personajes", sostiene; "porque hay que escribir con el corazón y las tripas", añade.

El libro es una novela de novelas ambientada en Tánger, esa ciudad cosmopolita a la que ha vuelto para documentarse, porque "fui por primera vez cuando tenía 20 años". Por eso los personajes son universales, y los pasajes de las sesiones de Flora, la protagonista, con su psicoanalista argentina, Deidé, por Skype son reconfortables.

"Tánger es la Casablanca de la novela, la película se tenía que haber rodado allí", todo lo que se cuenta en el mítico film pasa en Tánger.

Inspirada en el cuento de Julio Cortázar Continuidad en los parques, practica el juego literario donde se entrecruzan la ficción y la realidad. Preocupada por "la radicalización de ideas y de religión", cita a Camus para asegurar que "ninguna ideología, ni religión justifica el asesinato de una persona".

Hay mucho amor en Niebla en Tánger. ¿El amor bueno es el que tiene más misterio? Responde: "Flora lleva 9 años de matrimonio, ya no está enamorada de su marido y no sabe como romper. Cuando uno se casa debe cuidar más el amor, hay que cuidar todo lo que tiene valor en la vida".

Cristina López Barrio siempre quiso escribir, y aunque ejerció de abogada, ahora está dedicada al completo a la literatura. Supera a las propuestas promocionales de Planeta, porque Niebla en Tánger es un novelón.