Héctor Núñez fue una de las últimas figuras del Levante en Vallejo. Jugó en Segunda en sus filas durante las temporadas 1966-67 y 1967-68. En la primera llegó a ser ídolo de la afición granota. Su calidad, acompañada de su instinto goleador €marcó 7 goles€, le llevó a liderar un competitivo equipo levantinista en el que figuraban destacados futbolistas. Desde el portero Catalá al extremo Pons pasando, entre otros, por el defensa Alfonso, el medio Egea, o los delanteros Wanderlei y Navarro Pareja.

Héctor Núñez dio el toque de distinción a este aguerrido Levante que, hasta pocas jornadas antes del final del campeonato, mantuvo la esperanza del retorno a Primera. En la siguiente sucedió lo contrario. El «palomo», como así llamaban al delantero uruguayo, vivió el adiós a Vallejo y a la Segunda División. Sufrió como pocos la amarga temporada 1967-68 que acabó mandando al Levante a los infiernos de Tercera. Una dura reestructuración de la categoría pilló con el pie cambiado al equipo y, a pesar de firmar al excelente portero Mut y a los acreditados delanteros Oviedo, Idígoras y Sánchez Lage, nunca consiguió una mínima línea de regularidad. Notó demasiado el traspaso al Málaga de tres importantes futbolistas como Catalá, Pons y Wanderlei. Héctor Núñez fue de los que menos desentonó en aquel desdichado Levante € marcó 5 goles€ y figuró en la alineación de la despedida de Vallejo el 29 de abril de 1968: Mut, Panchulo, Alfonso, Navarro, Egea, Doménech, Genaro, Jaime, Folgado, Suárez Reyes y Héctor Núñez. En un partido que ganaron uno a cero al Tenerife, con gol de Suárez Reyes, pero que ningún aficionado granota celebró pues el resultado le valió al Mestalla conservar la categoría.

Volvió Héctor Núñez al Levante mediada la primera vuelta de la temporada 1973-74. Vino para sustituir al entrenador Juncosa al frente de un equipo levantinista en el que figuraban futbolistas de la talla de Calpe, Zunzunegui y Caszely. Logró un sonada victoria en el banquillo, la de cero a cuatro en Madrid frente al Rayo Vallecano con Caszely marcando los cuatro goles.

Pero no tuvo suerte después y en la segunda vuelta fue cesado y sustituido por Juanito Navarro. Lo conocimos personalmente. Siempre nos dio una imagen de honradez y sabiduría futbolera. Tanto en el terreno de juego como fuera del mismo. Un genuino as del balón del que nos honramos vistiera la camiseta levantinista.

Recibimos con dolor la noticia de su marcha de este mundo el lunes pasado. Pero si existen otros, como mucha gente cree, seguro que desde ellos se alegrará si el Levante elimina esta noche al Deportivo de la Copa del Rey.

Sabemos que Ballesteros y los suyos son capaces de levantar el tres a uno de la ida en Riazor. Pensando en ello confiamos que podrían dedicar el triunfo a la memoria del «palomo uruguayo» Héctor Núñez. Un brillante futbolista que defendió siempre con coraje y clase la camiseta del Levante Unión Deportiva.