Elena Rosell (Manises, 1986) comenzó a correr tarde, cuando tenía 14 años. Sus primeros rivales llevaban escritos en el mono nombres como Héctor Barberá, Nico Terol o Xavi Forés. Aunque brilló en la Cuna de Campeones, sus escasos recursos económicos le obligaron a colgar el mono, pero una invitación en 2008 para correr la copa nacional Kawasaki Ninja Cup cambió la historia. Fue segunda en su primera carrera y al año siguiente logró su primera victoria. Desde entonces su carrera ha sido meteórica y cuatro años después disputará por primera vez su primer mundial completo en la categoría de Moto2. Está preparada para pasarlo mal, pero cree que con trabajo puede hacerse un hueco y convertirse en piloto profesional.

Desde hace tiempo le he escuchado decir que no llega al Mundial para ser la primera mujer, sino para ser la primera piloto. ¿Cansada de que le recuerden que es una mujer?

No, lo digo porque en realidad siempre he pensado eso. Está claro que no dejo de ser una chica en un mundo de hombres, pero me siento como un piloto más. He tenido mis limitaciones por ser chica, pero al final lo que quiero conseguir es lo que quiere cualquier piloto. Mi objetivo es ser igual de buena o más que otros pilotos. Yo misma no le doy mucha importancia al hecho de ser mujer. Y mi sueño, y lo he dicho anteriormente, es conseguir que esto se convierta en mi medio de vida, en convertirme en profesional. Y para ello has de ser un piloto bueno.

Ser mujer le ha perjudicado muchas veces en este mundo, pero que en esta ocasión le ha beneficiado, ¿no?

Sí, sí, totalmente. Antes todo me costó mucho más, tanto a nivel de patrocinios como de preparación, y ahora las cosas se me han puesto mucho más de cara.

No sólo el hecho de ser mujer le diferencia de otros pilotos, sino también es curioso que usted comenzó a correr con 14 años ¿por qué tan tarde?

Empecé en 1999 cuando corría Héctor Barberá o Julito Simón, pero ellos ya tenían años de experiencia y el mío era el primero. Fui progresando en la pista, pero no tuve el apoyo necesario que tuvieron otros pilotos. Hubo años en que hice buenos resultados, pero no conseguí los medios para continuar. Lo pasé mal porque estuve sin correr unos cuantos años. Luego conocí a unos amigos, que me invitaron a hacer carreras y me llegó una invitación para correr la Kawasaki Ninja Cup en 2008. Hice una carrera y quedé segunda y me dije 'ostras, para ser la primera carrera con esa moto no estaba nada mal'. Encima los demás ya llevaban cinco carrerasÉ Desde entonces es cuando he corrido de forma más continuada y desde entonces tengo a mi alrededor un grupo de gente formidable que está trabajando mucho para conseguir que esto sea posible.

Cuando usted empezó a correr ver a una chica en un circuito era algo excepcional, mientras que ahora comienza a ser algo más habitual. ¿Se siente una pionera?

No, solo que a mí no me tomaron en serio en esos primeros años. Ahora sí que es cierto que hay más chicas, pero no me siento ninguna pionera, simplemente creo que a la siguiente chica que llegue todo le será más fácil.

En sólo cuatro años ha pasado de la Ninja Cup al Mundial. A eso se le llama una carrera meteórica.

La verdad es que siempre he ido progresando. Hice la Ninja, y luego un año y medio de Stock Extreme, donde la evolución fue notable. Eso significa que con más medios y experiencia seguro que se puedo ir avanzando. El año que viene, si vuelvo a tener la oportunidad de correr el Mundial, seguro que las cosas irán mejor.

¿En qué momento de su carrera está con 25 años?

Ahora mismo no puedo decir que estoy en mi mejor momento, porque hay muchas cosas que son desconocidas para mí y hay otras cosas que no sé hacer aún con la moto. Cada día aprendo una cosa. Pero bueno, Carlos Checa o Max Biaggi han sido campeones del mundo con 40 años, así que creo que me queda mucho recorrido aún. Eso te motiva mucho.

¿Qué es lo que más miedo le da de esta aventura nueva?

¿Miedo? La verdad es que no le tengo miedo a nada, o por lo menos a esto no. Quizá es un poco responsabilidad ante lo desconocido. Sé que habrá momentos duros, no por no conocer los circuitos, sino porque en esta categoría está lo mejor de lo mejor y llegas al primer libre y van todos a fondo. Pero estamos dispuestos a luchar.

¿Y no le asusta estar un poco sola en el Mundial?

Bueno, para eso está el teléfonoÉ En unas carreras me acompañará mi representante, en otras mi novioÉ, pero seguro que cuando me haga más con el equipo estaré muy a gusto. Me cuesta transmitir mis emociones y soy un poco introvertida hasta que comienzo a conocer a la gente.

¿Puede hablar de objetivos concretos este año?

Es muy difícil, y más con la parrilla que hay este año en Moto2. Habrá circuitos en los que sufriré, pero en otros, como los circuitos españoles, tendré un extra. Es curioso, pero con el tema del aprendizaje de los circuitos, hasta ahora nunca había cogido una consola de videojuegos, y ahora tengo que robársela a mi novio para aprenderme los circuitosÉ El objetivo es seguir progresando y seguro que podré pelear con gente que tiene mucha más experiencia que yo.

Entrar en los puntos en una carrera sería...

¡La leche! Eso sería lo máximo este año, sería como un podio...

Pero lo ve como un sueño inalcanzable?

No, es complicado, pero hay muchas carreras y a lo mejor en alguna tengo suerte...