Afirma con razón Tino que esta « es la semana de la ilusión y que hay que disfrutar de ella». El domingo, en la primera cita de la final del Bancaixa, que se anuncia en Pelayo los cientos de aficionados rendirán tributo de homenaje al deporte propio de los valencianos, a través del espejo de seis soberbios deportistas entregados en cuerpo y alma a su profesión. Y lo demás, el que gane este o aquel, quedará para las estadísticas; lo sustantivo se vive en los momentos previos a la decisión final. Por eso hablamos de semana grande, porque empieza con la presentación pública en la sede del «cap i casal», con los reconocimientos de las máximas autoridades, con la admiración de propios y extraños. Por una vez al año la pelota valenciana traspasa las fronteras habituales, circunscritas a un espacio de juego reducido. Algunos pocos medios informativos se acercan a conocer este deporte, a entrevistar a sus deportistas más destacados. Y por una vez, Álvaro, Salva, Herrera, Fageca, Javi y Tino sienten que son algo, aunque sea un poquito, en este universo competitivo del espacio público en el deporte. Por eso hay que alabar lo que es y representa el Circuit Bancaixa, sus promotores, sus patrocinadores, a todos aquellos que lo hacen posible. No es fácil imaginar qué sería de la pelota valenciana sin esta competición que ha conseguido despertar el interés de tantos aficionados. También lo dice Tino un veterano que sabe de estas cosas: « es el torneo que sueña ganar cualquier profesional de la pelota valenciana». En nuestro deporte autóctono, el trinquet y su modalidad de «escala i corda», por razones de tradición histórica, constituyen el elemento referencial: Tramusser, Nel, Simat, Lloco, Faixero, Fuentes, Quart, Mora, Lliria, Juliet, Ambrosio, Rovellet, Ruiz, Llopis, Chato de Museros, Ferreret, Suret, Soro, Eusebio, Genovés, Xatet…y tantos y tantos otros forman el Olimpo de los dioses de este deporte.