En este recinto con tanta historia a cuestas, con tantas jornadas gloriosas, se vivió ayer un acontecimiento de los que hablarán los cronistas del futuro, los que quieran recordar los más bellos momentos de nuestro deporte. Ya hace años que en distintos clubes valencianos, dirigidos por gentes anónimas, se viene trabajando por normalizar la presencia de la mujer en el Joc de Pilota.

En la institución federativa esa conciencia a favor de la igualdad comenzó hace muchos años, se intensificó de manera especial con la presidencia de Ramón Sedeño y ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos tiempos. Justamente porque desde hace años es normal que la mujer se incorpore a las competiciones oficiales en diversas modalidades, especialmente en raspall y frontón, incluidas las competiciones internacionales, justamente por eso, por ese trabajo del día a día ha sido posible una fiesta como la vivida ayer, cargada de simbolismo.

Todo un detalle la presencia de la diputada provincial, Isabel García Sánchez, que quiso acompañar a las mujeres pelotaris, a Ana y Noelia de Beniparrell, a Sara de Godelleta, a Amparo de Borbotó, a Joana de Tavernes y a Mar de Bicorp, en esta puesta de largo de la pilota femenina en la «catedral» del deporte autóctono. Estuvo el presidente de la Federació, Daniel Sanjuán, un entusiasta de la causa. La presencia de medios fue incluso superior a la de grandes finales masculinas. Estábamos ante un acontecimiento que puede calificarse como histórico.

Respuesta positiva de la afición

Se llenó la escalera, como en las grandes tardes de El Zurdo, o de cualquiera de los santuarios del Raspall. La afición respondió con los habituales más los llegados de los clubes representados y quedó sorprendida del alto nivel de juego presenciado. Ha sido una selección perfecta como lo prueba la emoción vivida de principio a fin. Ganó el trío de Mar, Joana y Amparo por 25 a 15 pero se peloteó con intensidad, disfrutando de golpes en todas las posiciones, con ambas manos. Se estuvo a un quinze de la igualada a 20.

Una partida entre jugadoras muy jóvenes pero experimentadas, conocedoras del oficio, algunas con títulos internacionales de prestigio. Mar de Bicorp se movía con felina agilidad, con prestancia y seguridad en cada golpe pero ninguna de las compañeras desentonó en la orquesta que la empresa de Pelayo quiso presentar a la afición. Ganaron unas, como pudieron hacerlo sus rivales.

En el desarrollo de la partida asistimos a la expresión de una genuina feminidad. No hablamos de pegadas poderosas, sino de estrategias, de capacidad de comunicación verbal, para resolver un conflicto como el levantar una partida cambiando el sentido del saque, tras dialogar y escuchar. Y sobre todo, tras el duelo, en el que, esa emoción de ser protagonistas de algo tan grande les hizo recordar a otras compañeras que no han podido estar, «pero que deben estar en otras futuras partidas. Hay que dar oportunidad a todas las que han apostado por este deporte», afirmaba Sara de Godelleta. Visto lo visto es evidente que, como decía el Rovellet: «La pilota necesita de la mujer. Y si juegan como las de hoy, será una gloria».