Dentro de unos días se presentará el informe que desde hace unos años elabora el Instituto Valenciano de Investigación Económica sobre el impacto económico del maratón de Valencia-Trinidad Alfonso-EDP. Casi con toda seguridad los datos mejoraran los del año pasado, y es muy probable que el retorno económico suponga para la ciudad de València entre 15 y 16 millones de euros. Es muy cierto que una carrera de estas características supone también gastos que son asumidos por los patrocinadores, fundamentalmente por la Fundación Trinidad Alfonso, y el Ayuntamiento del cap i casal. El transporte y alojamiento de los atletas de élite, los premios en metálico, los fijos de salida, los servicios médicos, la propia organización de la prueba, los desplazamientos de los atletas, y decenas de aspectos forman parte de los gastos. No olvidamos la aportación del Ayuntamiento en centenares de agentes velando para que todo salga bien.

En cuanto a la proyección internacional de la prueba y según los datos de la SD Correcaminos, los italianos, con 1813 atletas, son el grupo más numeroso, seguido de los franceses con 695, los británicos con 689, los belgas 654 y los neerlandeses con 630. Si ponderamos los datos con la población de estos países tenemos en cabeza a Italia, Francia y el Reino Unido, tres países que superan los 60 millones de habitantes, mientras que Bélgica con algo más de 11 millones es el primer cliente del maratón de València de forma evidente.

Si nos centramos en España la ciudad de Madrid aporta 1726 maratonianos: Alicante 971 y Barcelona 763 y Castellón 339. Los madrileños y catalanes saben que en València se corre rápido y que bien preparados se puede hacer marca personal. Castellón tiene su maratón a principios del 2018, luego se reservan para correr en casa, y Sevilla hace otro tanto con 112 maratonianos. El porcentaje de atletas de la Comunitat Valenciana es del 35%, una cifra que va a seguir creciendo, en especial entre muchas mujeres valencianas que sueñan con terminar la madre de todas las carreras.

Si se sigue trabajando en la misma línea, si se cuenta con el apoyo de los patrocinadores, si se sigue siendo humildes, si se mantiene el precio de la inscripción, uno de los más baratos del mundo, si los medios de comunicación apuestan por este deporte y si cada año salen más valencianos a animar, seguro que el maratón seguirá creciendo.

En los días previos a la carrera he hablado con atletas de muchos países que vinieron a correr por primera vez. Les he preguntado ¿por qué Valencia? Hay varias respuestas. La más generalizada es por la belleza plástica de la salida, y en especial de la llegada. En las horas posteriores a la carrera añadieron a estas razones cuatro muy importantes: un circuito muy bueno, una labor excelente de los voluntarios, una ciudad volcada y un cauce del río Turia espectacular. La repercusión a nivel nacional e internacional ha sido enorme. El impacto económico también.

Es muy importante ahora que nadie se crea que hemos alcanzado la cumbre del Everest. De ello depende que al año que viene se superen con facilidad las cifras de este año, y todo lo que ello supone, no solo para la economía de la ciudad, con un 95% de ocupación hotelera, en el mes de noviembre durante 3 días, sino para su proyección internacional.