La decisión del grupo Boluda de desmantelar el astillero de reparación de buques Unión Naval Barcelona, tras renunciar a una nueva ubicación en el recinto catalán, acentúa el proceso de reestructuración de la compañía de negocios marítimos en manos del naviero Vicente Boluda Fos, inmersa también en un plan de refinanciación de su deuda. El cierre del centro industrial en el puerto barcelonés se suma al desmantelamiento que Boluda practicó en otro astillero que tenía en Marsella, comprado en 2006 y que no pudo reflotar tras la suspensión de pagos. A partir de 2011, concentrará su actividad en Unión Naval Valencia , aunque no se sabe por cuánto tiempo.

El conocido empresario, que compró el astillero de Valencia y el de Barcelona en la década de los noventa a precio de saldo al otrora Banco Santander Central Hispano (BSCH) -a cambio de endosar la deuda a una sociedad instrumental- retrasa "sine die" su anunciado traslado al puerto de Sagunto. Boluda llegó a ofrecer estos terrenos de su concesión en el puerto de Valencia, próximos a la dársena interior de el Grao, para construir un estadio de fútbol para el Levante UD. Sin embargo, todo queda en agua de borrajas.

El grupo Boluda ha optado por cerrar Unión Naval Barcelona y devolver al puerto barcelonés la concesión de 11 años que aún le quedaba, lo que afectará a los 95 trabajadores de la plantilla, aunque contando la industria auxiliar los trabajadores implicados pueden oscilar entre los 200 y los 250. Así, renuncia a trasladarse a otro emplazamiento. La compañía no ha aclarado el futuro del astillero valenciano, que cuenta con una cartera de pedidos de 20 embarcaciones hasta mediados del año 2011. Unión Naval Barcelona está reparando actualmente dos embarcaciones, lo que supone una carga de trabajo para dos meses. La sociedad Marina 92 (donde participa la Autoridad Portuaria de Barcelona), dedicada a la reparación de buques de lujo, prevé licitar los terrenos de la concesión que ocupa Boluda. La situación del astillero de Valencia, dedicado sobre todo ala fabricación de remolcadores, queda en el aire. Los terrenos de Unión Naval Valencia (cuya concesión expira en el año 2024) han tenido que ser hipotecados para poder refinanciar la abultada deuda de la compañía. Con todo, la compañía ha ofrecido recolocaciones en este centro de trabajo.

Proyectos paralizados

A la vista de la situación, el grupo Boluda no parece estar en situación ideal para participar en el proceso de reflotamiento de Astilleros de Huelva y de Sevilla, los más importantes del sur de Europa, una corporación ahora en seria crisis y que privatizó la Sepi hace una década. Boluda, junto con el empresario extremeño Gallardo, intentó entrar en el negocio de los citados astilleros. Boluda Corporación Marítima, con presencia en España, Francia, Italia, África Occidental y Latinoamérica, cuenta con cuatro divisiones: naviera, productos petrolíferos, terminales portuarias, remolcadores -la más rentable- y astilleros. En 2008 declaró unos beneficios netos de 15,7 millones de euros.