La Generalitat valenciana lanzará a partir de mañana una emisión de bonos a doce meses por valor de 1.000 euros cada uno y por un importe global de 1.000 millones de euros. La Conselleria de Economía ha cerrado ya con 21 entidades financieras las condiciones de colocación. Los bonos tendrán una rentabilidad del 4,75%, al que hay que sumar un 1% de comisión de aseguramiento y un 2% en concepto de intermediación. En total, el coste financiero de la operación de deuda para la Administración autonómica será de 77,5 millones de euros.La fecha de desembolso será el próximo 22 de diciembre, jornada que coincide con el sorteo de Navidad de la Lotería Nacional, y la amortización se producirá el mismo día de 2011.

Aunque la emisión inicial es de 1.000 millones, la Generalitat se ha reservado la posibilidad de ampliarla, toda vez que cuenta con autorización del Consejo de Ministros para endeudarse en 1.600 millones de euros antes de acabar el año. La demanda detectada por las entidades financieras ha sido superior a la oferta inicial del Consell. Los costes financieros y la respuesta del mercado mayorista determinará si el vicepresidente económico, Gerardo Camps, opta por recurrir más aún al ahorro privado de inversores de particulares para obtener financiación. La mayor parte del dinero recaudado se destinará a cubrir otros vencimientos de deuda y otra parte servirá para atender compromisos con proveedores

La Caixa ejercerá de entidad coordinadora de la emisión, como ya hizo con los denominados bonos patriótico de Cataluña. La caja que preside Isidro Fainé se ha adjudicado 200 millones de euros. Las entidades valencianas han sido las que mayor volumen han segurado, algo por encima del 50%. Bancaja se ha adjudicado 200 millones de euros, la CAM otros tantos y el Banco de Valencia, 100 millones de euros. Caixa Ontinyent se ha quedado cinco millones de euros.

Ocho cajas agrupadas en la sociedad de valores Ahorro Corporación colocarán 130 millones. El se reparte de la siguiente manera: Deutsche Bank (40 millones), Banco Pastor (40), Banco Sabadell (40), Catalunya Caixa (20), Caixa Enginyer (15), Banco Mediolanum (5) y Caixa d'Estalvis Laietana (5).

La decisión de la Generalitat de recurrir a los ciudadanos particulares para financiarse se produce ne plena tormenta de la deuda pública, con los mercados cerrados e imponiendo altos tipos de interés a las emisiones públicas tras el rescate de Irlanda. En cualquier caso el diferencial de la Generalitat respecto del Estado es notablemente alto. Las letras del Tesoro a 12 de meses se pagan 2,363%, según la última subasta, 238 puntos básicos por debajo de los bonos que tiene previsto emitir la Administración de Francisco Camps. No obstante, fuentes financieras creen que el Consell tendría que pagar rentabilidades más altas si recurriese al mercado mayorista. El tipo de interés de los "bonos patrióticos" valencianos será idéntico al de los catalanes, que se colocaron hace menos de dos meses. La Generalitat catalana contaba contaba con autorización para endeudarse en 3.000 millones de euros. Emitió 2.500 millones y después amplió a 500 más por la elevada demanda. El vicepresidente valenciano Gerardo Camps confía en una respuesta positiva para el bono valenciano. Muchos criticaron una iniciativa catalana que ahora el Consell copia.

1.500 millones de riesgo público en poco más de un mes

Bancaja y CAM se han lanzado de lleno a participar en la emisión de bonos para minoristas que el Consell quiere lanzar a partir de mañana. Pese a que cajas y bancos pugnan por captar capital han preferido no quedarse al margen de una operación que les garantiza un 3% de comisión por aseguramiento e intermediación. En cualquier caso, los 500 millones que tratarán de colocar entre sus clientes particulares (si se suman los 100 del Banco de Valencia) se añadirán en cuanto a riesgo público asumido con la Generalitat a los otros 1.000 millones que hace algo más un mes prestaron a la Administración autonómica a 18 meses y un tipo de interés del 4,75%. De esta forma, algo más de 30 días, las entidades valencianas se han convertido en las principales financiadoras de la Generalitat, con un riesgo de 1.500 millones de euros. Esta circunstancia se produce en un momento en el que el cierre de los mercados mayoristas internacionales está dificultando mucho la financiación de las administraciones autonómicas. v. r./J. C. valencia