Mientras el colapso financiero de 2008 ha dejado vacías las arcas publicas y sin ahorros a los ciudadanos de medio mundo, en el año que acaba de concluir las materias primas como el trigo, maíz, azúcar, así como el algodón o el cobre se han puesto por las nubes. La especulación y el tirón de países emergentes (sobre todo China) explican el alza. Con el petróleo cerca de los 100 euros por barril, la Agencia Internacional de la Energía sostiene que saltar esa barrera podría suponer un frenazo en la recuperación económica.

El alza de las materias primas no es una cuestión baladí. En Argelia y Túnez, el aumento del precio de los productos básicos, como el azúcar y el aceite, ha desencadenado protestas violentas y ha provocado la caída del país presidido por Ben Alí, que se ha refugiado en Arabia Saudí. El pasado verano también se produjeron graves revueltas sociales en el África subsahariana tras el encarecimiento de los precios de los alimentos, en los que también ha influido la sequía y los incendios en Ucrania y Rusia, así como los movimientos especulativos desatados en las plazas bursátiles.

El premio Nobel Paul Krugman sostiene que el crecimiento de las materias primas en un 25% durante los últimos seis meses tiene que ver con que el "mundo es finito". Según afirma el conocido economista norteamericano, "lo que los mercados de materias primas no están diciendo es que vivimos en un mundo finito, en el que el rápido crecimiento de las economías emergentes están poniendo presión sobre los limitados suministros de materias primas, haciendo subir los precios. Y Estados Unidos es, en su mayor parte, sólo un espectador de esta historia" que vuelve en los albores de 2010.

Situación en Europa

¿Por qué los precios de las materias primas se han puesto por las nubes si la economía mundial está en crisis? ¿Se está repitiendo el fenómeno de la especulación registrado en 2008? Lo que resulta un hecho constatable es que materias primas básicas para la alimentación como el trigo anotan una subida de precios del 80% a lo largo de 2010, mientras que el maiz crece un 83% y el azúcar, sólo un 7,6%. Mientras, el algodón se dispara hasta un 85% en comparación con 2009. Los precios se fijan a nivel mundial y la principal causa del tirón de éstas no es la demanda de Estados Unidos, sino la de China y otras economías emergentes como India, que hacen aumentar el consumo y, por tanto, impulsan a los precios al alza en todo el mundo, según los expertos. Así las cosas, el Foro Económico Mundial (FEM), que esta semana se reunía en Londres, destaca que el crecimiento de naciones como China, India y Brasil está reequilibrando el poder económico entre países, aunque la desigualdad dentro de cada nación va en aumento. Sin embargo, la realidad en Europa es diferente. A pesar de la escalada de precios que ha alcanzado niveles históricos, el negocio de la distribución comercial, sobre todo en la Unión Europea -incluida España- ha apostado por el recorte de los previos de venta al pública, una estrategia que -en el caso de la industria agroalimentaria- ha perjudicado al eslabón más débil de la cadena: los productores.

Inflación y tipo de interés

A la vista de la situación, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, intentaba esta semana tranquilizar a los mercados. El banquero galo sostiene que este alza de los precios se explica en gran parte por las presiones alcistas a corto plazo procedentes del precio de la energía y de las materias primas, cuyo efecto "no es relevante" a la hora de establecer la política monetaria del BCE, lo que sugiere que no habrá subidas de tipos de interés de interés en el Viejo Continente.

Café, azúcar y maíz también captan depósitos en España

Las materias primas vuelven a la actualidad en la especulación financiera. Y no sólo en el Mercado de Futuros de Chicago. Sin ir más lejos, CatalunyaCaixa ha anunciado un nuevo depósito referenciado que confía en las materias primas. La cesta a la que está referenciado el Depósito 100% Natural está formada por el azúcar, el café y el maíz, unos productos que están ligados al aumento de población. El importe mínimo de la inversión es de 1.000 euros, todo el capital que se invierta está garantizado al 100%. La rentabilidad del depósito está totalmente vinculada a la evolución de la cesta. En 2008 también se pusieron de moda.