La colocación del déficit eléctrico está suponiendo unos mayores costes financieros que deberá pagar el consumidor a través de las futuras tarifas de acceso, la parte regulada del recibo de la luz, según señala la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en su informe sobre la revisión tarifaria de abril. El organismo afirma que la insuficiencia de las tarifas de acceso para cubrir los costes, así como la deuda acumulada y los gastos derivados de su financiación son el principal problema del sector y es "imprescindible" aplicar más medidas regulatorias para lograr la sostenibilidad económica.

El organismo recuerda que el sistema eléctrico padece un déficit estructural desde hace una década, ya que los costes que se han reconocido a las distintas actividades reguladas han sido, y siguen siendo, superiores a las tarifas que pagan los consumidores. En números, la CNE apunta que desde 2006 hasta 2011 las tarifas de acceso han aumentado un 60 % mientras que los costes lo han hecho un 108 %.

Este desequilibrio, el déficit tarifario, se ha ido acumulando hasta alcanzar los 17.719 millones al cierre de 2010, a los que se añadirán 2.500 millones como máximo por el desajuste temporal de 2010, 3.000 millones por el déficit de 2011 y 1.500 millones por el de 2012.

En 2013, tal y como fija la normativa vigente, las tarifas de acceso ya deberán cubrir los costes.

Para ir devolviendo a las empresas eléctricas esa deuda reconocida, el Tesoro, a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), creado para sacar al mercado los derechos de cobro del déficit tarifario, ha comenzado a realizar emisiones de deuda.