La empresa Bosal despidió ayer a 22 trabajadores fijos de sus instalaciones en Sagunt donde fabrica tubos de escape para diversas marcas de automóviles como Renault, Opel y Nissan. La medida había tratado de evitarse desde hacía un mes, cuando los trabajadores lograron paralizarla e iniciaron conversaciones con la dirección para buscar alternativas al recorte de personal. La factoría cuenta con una plantilla fija de 255 trabajadores.

"El detonante de esta medida, -según la dirección- ha sido la progresiva caída de la demanda de tubos de escape y las escasas perspectivas de que esta tendencia vaya a cambiar a corto plazo". En concreto, la planta de Sagunt ha registrado un descenso de entre el 20 y el 25% durante el último año que, hasta ahora y desde finales de 2011, se había compensado con expedientes temporales de regulación de empleo.

El comité se apresuró a rechazar la medida y a defender en su lugar la jubilación de 18 operarios nacidos entre 1953 y 1955. Tanto ésta como "otras alternativas" han sido valoradas a lo largo de estas últimas semanas, según explicaban desde la dirección, para buscar otro modo de rebajar costes laborales. Sin embargo, al final, no hubo acercamiento. Estos últimos habían afectado a toda la plantilla, de modo que todos trabajaban solo tres o cuatro días por semana.