La práctica de la agricultura ecológica en la Comunitat Valenciana -que ocupa una superficie de cultivo de 45.000 hectáreas y es sostenida por 1.500 agricultores y ganaderos, así como por 300 empresas e instituciones- sufrirá un duro revés tras la brutal subida en la cuotas que acaba de anunciar el organismo certificador CAECV, financiado en parte por la conselleria de Agricultura.

La cuota base de mantenimiento de la certificación ecológica ha pasado de 53,54 euros por explotación a 145,74 euros (un 173% superior). Además la tasa por superficie inscrita ha subido el IPC del pasado año estimado en un 2,9 %. También han sufrido alzas importantes las cuotas de inscripción por certificaciones nuevas, de ampliación de cultivo o por cambio de titularidad. Este incremento de costes tendrá un impacto sobre la gran mayoría de los agricultores valencianas, cuyas explotaciones son de reducido tamaño y una subida de estas partidas dispara sus costes de explotación.

A la vista de la situación, José Ángel Cerveró, responsable agricultura ecológica de la Unió de Llauradors, considera que este incremento "va a provocar que el pequeño productor ecológico tenga dificultades para mantener su explotación. Teniendo en cuenta el minifundismo existente en la Comunitat Valenciana, supondrá un grave freno para el futuro de este tipo de cultivos que no emplean el uso de productos químicos", agregó.

Esta organización profesional apuesta por una certificación ecológica "pública, democrática y gratuita". En este sentido vincula el hecho de que sea gratuita, no como una subvención, sino más bien como una compensación por su contribución al medio ambiente, así como al mantenimiento de la biodiversidad y la salud al no contaminar.

Los operadores del Centro de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana se han enterado de estas subidas a través de una simple carta donde se especifican las nuevas cuantías a pagar, pero no aparece ningún tipo de explicación ni motivo al respecto. La Unió denuncia que es incomprensible que mientras las directrices de la nueva PAC parecen apostar por la agricultura ecológica, cuando los consumidores parecen concienciarse cada vez más acerca de estos productos.

La conselleria de Agricultura todavía mantiene deudas de 2011 y 2012 con el CAECV -con sede en Carlet- que se elevan a unos 350.000 euros, según fuentes de la Unió. Este organismo cuenta con una docena de inspectores y personal técnico.