Más de 100.000 jóvenes de la Comunitat Valenciana han tenido que volver a casa de sus padres desde el año 2007. La llegada de la crisis condena las posibilidades de emancipación de un colectivo que sufre una alta tasa de paro y tiene verdaderos problemas para acceder una vivienda, ya sean solos o en pareja.

Así lo atestiguan los distintos informes anuales confeccionados por el Consejo de Juventud de España (CJE). En el estudio confeccionado en 2007 se confirmaba que un total de 630.964 residentes en la Comunitat Valenciana menores de 35 años ya no vivían en la morada familiar. Los autores del documento expresaban que la valenciana era "una de las pocas autonomías donde uno de cada dos jóvenes ha logrado abandonar su hogar de origen".

Seis años después -con la recesión por en medio- el grupo de jóvenes que han "abandonado el nido" está formado por un total de 521.071 personas. Los datos avalan que el colectivo de jóvenes emancipados ha registrado un descenso de 109.893 individuos.

La situación ha cambiado. Y las conclusiones de los expertos del CJE también. En su último trabajo-datado en 2012- apuntan que "la Comunitat Valenciana ya acumula más de un año con menos de la mitad de la población joven residiendo en una vivienda ajena a la de sus respectivos hogares de origen. De hecho, el retraso en la edad de emancipación de los jóvenes valencianos está siendo más acusado que en el conjunto de España".

Los datos aportados por el CJE retratan la difícil situación que vive población joven de la Comunitat Valenciana, formada por un total de 1.114.428 personas con edades inferiores a los 36 años. Solamente el 48,1 % (546.167 personas) goza de una ocupación, aunque solo 300.896 jóvenes tienen un contrato indefinido.

276.028 "hogares jóvenes"

Las dificultades que presenta un mercado laboral lastrado por la crisis causan que tan sólo hayan 276.028 "hogares jóvenes" -formado por parejas con menos de 35 años de edad- en la Comunitat Valenciana. Dicha cifra ilustra un nivel de emancipación del 46,8 %. Este índice ha sufrido un descenso interanual de más de un 10 % en un año.

A su vez, los precios del mercado inmobiliario tampoco ayudan. Desde el observatorio estiman que un joven debe ingresar un mínimo de 21.458,52 euros al año para poder dedicar un 30 % de dicha renta al pago anual de la hipoteca. Sin embargo, los salarios no son tal altos. La nómina media de un joven es de 14.167,44 euros cada doce meses.

La única opción que queda es el alquiler. La renta media de la vivienda libre está cifrada en 420 euros al mes y los jóvenes asalariados deben aportar un mínimo del 35,6 % de su sueldo. El recorte en las ayudas de las administraciones y la flexibilización de los despidos son dos factores añadidos que también condenan las posibilidades de emancipación.