El puerto de Valencia no ha arrancado con buen pie el ejercicio de 2014 a la vista de los resultados de actividad logrados durante el primer mes de este año. La Autoridad Portuaria de Valencia (APV), en medio de la ralentización del comercio exterior y del desvío de contenedores de transbordos (mercancías que dejan grandes buques en los muelles para ser reembarcados hacia otros destinos) por el conflicto de la estiba, ha reducido su cifra de tráfico en 44.000 TEU (unidades de contenedor de veinte pies) respecto a enero de 2013, según informaron ayer a Levante-EMV fuentes portuarias.
El recinto del Grao comienza así el año tal como acabó el anterior. El nivel de contenedores movidos en las diferentes terminales (332.000 TEU) supone una caída del 15,13 % en términos interanuales, y del 9,7 % en comparación con diciembre de 2013. Del desplome del tráfico de contenedores su principal actividad comercial se benefician sobre todo puertos de la competencia como Algeciras (que ha arrebatado a Valencia el liderazgo en el Mediterráneo), además de los de Sines (Portugal), Gioia Tauro (Italia) y Port Said (Egipto), cuyos costes son menores.
El de Valencia pierde mercancías porque navieras como Mediterranean Shipping Company (MSC), el principal cliente de la APV, ha retirado dos servicios de buques que mantenía a principios de 2013. El desvío de barcos hacia otros destinos ha tenido un especial impacto en las terminales portuarias durante el segundo semestre de 2013. Esa pérdida de actividad ha tenido su efecto directo sobre el reparto de de jornales entre los 1.300 estibadores de la plantilla de la sociedad Sagep-Sevasa (en la bolsa de trabajo hay entre 200 y 300 empleados), controlada por las grandes compañías estibadoras del puerto de Valencia (lideradas por Noatum, así como MSC y TCV). En enero, la cifra de contratación de jornales cayó a 31.897, que representa un 16 % respecto a idéntico mes del año pasado.
Mientras tanto, continúa estancada la negociación del convenio colectivo de la estiba, una situación que en nada beneficia el futuro del puerto de Valencia, ya que patronal y sindicatos no logran acercar posturas de cara a lo gran un acuerdo que hoy por hoy parece imposible tras seis meses de reuniones aunque de nulos resultados.
La APV y la Asociación Naviera Valenciana, que preside Vicente Boluda, quiere reducir los costes de estiba, pues representan alrededor de un 60 % de los gastos de escala de un barco que atraca en los muelles del Grao, para hacer más competitivo el recinto y evitar que los contenedores de transbordos se desvíen hacia otros puertos, tal como viene ocurriendo estos últimos meses. A la hora de articular propuestas de mejora de productividad, eficiencia y de flexibilidad existen grandes diferencias entre los representantes de los trabajadores y de los empresarios, guiados sobre todo por Noatum, que impone la reglas en esta entidad de servicios.
La negociación del convenio colectivo de la estiba del puerto de Valencia será clave en la planificación de las rutas de grandes navieras que operan en el Mediterráneo. Por el momento, la alianza P3 creada por Maerks, MSC y CMA-CMG no contempla escalas en Valencia.
