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Modelo de futuro viable

La economía valenciana debe refundar sus cimientos para evitar el declive

El primer Foro Cañada Blanch concluye que el nuevo paradigma pasa por la universalización del conocimiento y la innovación en las empresas, la mejora de la educación, en invertir en activos más productivos y en erradicar la corrupción

La economía valenciana debe refundar sus cimientos para evitar el declive

La economía valenciana se encuentra en una encrucijada de enorme trascendencia, hasta el punto de que «necesita refundar sus cimientos» para evitar un «declive» tal vez irreversible, según aseguraron ayer el director del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) , Francisco Pérez, y el profesor de la London School of Economics, Andrés Rodríguez Pose, durante la presentación del documento «¿Cómo puede competir la economía valenciana en el escenario europeo?» que sirve como material de trabajo para el I Foro Cañada Blanch, que concluye hoy en Valencia y cuyo propósito es, en suma, tratar de diseñar un modelo de futuro viable.

Rodríguez Pose precisó que la actual crisis se ha tenido durante mucho tiempo por una recesión financiera e inmobiliaria, pero el sector bancario ha sido reformado, la vivienda empieza a recuperarse y la economía valenciana sigue sin salir del agujero. ¿Por qué?, porque se trata de «una crisis estructural» que ha hecho aflorar los déficits acumulados en las últimas décadas. Primero fue un modelo basado en los bajos precios y las manufacturas tradicionales. Luego, la llegada del euro, la bajada de tipos y la explosión inmobiliaria «nos hizo pensar que el viejo modelo aún tenía recorrido», apuntó Pérez, quien añadió que «ahora sabemos que aquella estrategia [inmovilista] ha tenido consecuencias», palpables en estos años de crisis en los que la economía valenciana ha retrocedido en términos de empleo más de una docena de años. Una hecatombe.

El nuevo paradigma, esos nuevos cimientos, dado que «no podemos competir por costes, pasa por el conocimiento», añadió Rodríguez Pose, quien abogó por que las «empresas se adapten», sobre todo si tenemos en cuenta que «China y la India ya compiten en conocimiento». «O nos ponemos las pilas o iremos a un declive similar al de Japón», dijo. Pérez apuntó al respecto que, en consecuencia, «hay que buscar una estrategia competitiva basada en la inversión en activos más productivos y en la incorporación del conocimiento y la innovación». En su opinión, de lo que se trata es de extender «aquellas buenas prácticas» generalizadas en las regiones europeas más desarrolladas y que en la Comunitat Valenciana solo ejercen algunas empresas y universidades. «No se trata de pasar de la alpargata a la aeronáutica», sino de «volver a actividades que existían, pero con ojos diferentes, y entrar en actividades nuevas», dijo.

Este estratégico e «imperativo» reto no se soluciona «con políticas a corto plazo que luego no sirven» porque abocarán a un estancamiento durante «muchos años» y a la decadencia, sino que «requiere el compromiso de toda la sociedad». Pérez precisó algunos de los objetivos irrenunciables, como el papel crucial del sector privado, que necesita «reforzar la productividad en todos los sectores», así como que la «creación de empresas apuntale el peso de nuevas actividades y la aplicación del conocimiento». Las familias «deben prestar la máxima preocupación por la educación», la formación «ha de prolongarse durante toda la vida laboral» y las universidades «deben firmar una nueva alianza con la sociedad». Como dijo Rodríguez Pose al respecto, «la mejora de la formación en Asia hará que la brecha con España y Europa sea cada vez mayor». También el sector público tiene deberes, según Pérez: «Desempeñar eficazmente sus funciones, como el acceso a los servicios, la igualdad de oportunidades la lucha contra las desigualdades y erradicar la corrupción», que perjudica al empleo y el crecimiento.

¿Estamos a tiempo de llevar a cabo todas esas reformas? Rodríguez Pose cree que «el tiempo óptimo» ha quedado atrás, aunque todavía «se puede reaccionar». Sin demoras, eso sí.

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