La inquietud se apoderó ayer definitivamente de los clientes de Banco Madrid. Desde que fue intervenido el martes de la semana pasada por el Banco de España después de que el supervisor andorrano hiciera lo propio con la matriz Banca Privada de Andorra, los inversores se afanaron en obtener información y comenzaron a retirar dinero y gestionar su salida de la entidad. «Las importantes retiradas de fondos de clientes derivadas de las circunstancias anteriores, que ha tenido que atender la entidad en los últimos días, ha afectado a su capacidad para hacer frente al cumplimiento puntual de sus obligaciones», explicó ayer el Banco de España para justificar el corralito y la solicitud de concurso de acreedores. «La solicitud de concurso permite asegurar un igual trato de los depositantes de la entidad y del resto de sus acreedores», sostuvo.
Según fuentes del supervisor, Banco Madrid cuenta con 15.000 depositantes, de los que unos 500 tienen depósitos superiores a 100.000 euros. El importe de esa cifra no está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos. La legislación actual permite a los clientes acogerse a ese rescate cuando un banco entra en concurso de acreedores, pero para las cantidades que exceden el límite los clientes deberán ponerse a la cola del conjunto de acreedores del banco.
Además hay otros 47.000 titulares de valores y otros instrumentos financieros que quedan fuera del paraguas de Fondo de Garantía. En el caso de fondos, valores o sicav gestionados por la entidad, la CNMV informó ayer de que su operativa se congelará «por el tiempo imprescindible para garantizar los derechos de los inversores en estos productos y su igualdad de trato». Los clientes de Banco Madrid no perderán la titularidad sobre estos activos, pero sí la capacidad de tomar decisiones sobre ellos.
